Derechos Humanos y asesinos en el mismo plano
Contradicciones sanisidrenses
Por: Tano Armaleo.- A instancias de los bloques del PJ y Unidad Ciudadana y con el acompañamiento de todos los demás sectores políticos, el Concejo Deliberante de San Isidro rindió un merecido homenaje a Taty Almeida, miembro fundadora de Madres de Plaza de Mayo. Taty, caba recordar, es madre de Alejandro desaparecido bajo la última dictadura cívico-militar; fue un 15 de junio de 1975 cuando uniformados lo secuestran. Aquel dolor terrible, Taty -como el resto de las Madres -lo convirtió en lucha y en un camino regado de amor. Sin odio, sólo con memoria, verdad y justicia, salieron (las Madres) a transitar el país en busca de los hijo, esas 30.000 almas que aún permanecen desaparecidas. Mientras ellas continúan la lucha, el actual gobierno, en su afán negacionista y claramente despreciativo sobre los organismo de Derechos Humanos, persiste en seguir la línea trazada por Mauricio Macri: los Derechos Humanos son un curro.
Mientras el homenaje era materializado por todo el HCD, San Isidro se da el lamentable “lujo” de tener en sus calles el nombre de asesinos: los dictadores Pedro Aramburú y Eduardo Leonardi. Desde hace décadas sendos proyectos (incluidos de aliados oficialistas), duermen en cajones oficiales buscando cambiarles el nombre a dichas calles. Es en este punto en que, no pocos concejales y ciudadanos de a pie se preguntan si esto no es en verdad una contradicción. Por un lado reivindican los Derechos Humanos, y por otro, homenajean a dos terribles asesinos.