Vicente López:85 árboles por los muertos de la AMIA
Son álamos que simboliza a cada una de las víctimas
Por:Tano Armaleo- Un nuevo peldaño en materia de recordar el atentado en la AMIA -18 de julio de 1994-, donde murieron 85 personas, se está concretando en el monumento emplazado en el Paseo de la Costa de Vicente López. Se acaban de plantar 85 árboles (álamos) en memoria de cada una de las víctimas fallecidas.
Cabe recordar que el mencionado monumentos, en realidad una suerte de plazoleta ubicada a la vera del río, fue creada a instancias de la actual administración municipal (Jorge Macri). Simboliza aquella tragedia que, aún hoy, no se ha podido definir con precisión en manos de quienes estuvo realizarlo. La hipocresía y mentiras destiladas en torno a la investigación terminan con el suicidio del fiscal Alberto Nissman. Un magistrado que a la luz de los acontecimientos, prefirió dedicarse a la buena vida, a enriquecerse y jugar con los servicios de inteligencia desviando la búsqueda de la verdad. Sus días lo terminó inventando una acusación sobre Cristina Kirchner y el canciller Héctor Timmerman aduciendo que el gobierno encubrió el atentado y protegió a los supuestos autores.
Incentivado por actores como Laura Alonso, Patricia Bullrich, Nissman creyó, tal vez, que con su denuncia, contra el anterior gobierno, podría escalar posiciones y tapar las groseras ineptitudes que no pocos familiares fallecidos en la AMIA decían había cometido el fiscal.
Ahora, es el macrismo que, montado sobre el poder institucional, continúa abonando la teoría de que la muerte del fiscal fue pergeñada por el anterior gobierno. Una jugada en la que suben fiscales, políticos macristas, y dirigentes cercanos al gobierno.
Esos 85 álamos representan un merecido homenaje que, seguramente, podría tomar otro color si detrás no se filtraran tantas hipocresías y mentiras. Siempre recordar, mantener la memoria activa, hacer camino al andar, honrar la vida, al igual que no olvidar a los 30.000 desaparecidos, resulta un correcto ejercicio cultural si de verdad queremos comprender de dónde venimos y hacia dónde podemos dirigirnos.
