Corrupción en Pinamar; ¿por casa cómo andamos?
Repavimentación de calle Paraná
El diputado nacional Rodolfo Tailhade (FPV-PJ) y el concejal de Pinamar Gregorio Estanga denunciaron penalmente (ayer) al intendente Martín Yeza (Cambiemos) por el presunto desvío de más de $ 12 millones de pesos destinados a una obra pública en ese municipio bonaerense. Denuncia que indefectiblemente remite a la repavimentación de la calle Paraná encaradas por el municipio de San Isidro y Vicente López y que, a la luz de la realidad, la inversión (50 millones de pesos) no se compadece con lo realizado. Para dicha obra, el dinero fue aportado por el gobierno de Vidal. Algo similar sucedió con la calle Uruguay; lo que merece un abordaje aparte.
Según narran los legisladores en la denuncia, el Ministerio del Interior adjudicó una intervención urbana en torno a la Avenida Bunge (Pinamar) por $ 33.585.683,10 millones a la firma Ashoka Construcciones S.A. en el marco del Plan de Renovación Urbana que desarrolla la cartera nacional. La obra comenzó en septiembre pasado, y a los tres meses la empresa llevaba cobrados más de $ 25 millones, es decir el 75% del total presupuestado, a pesar que la obra no sólo no registraba ese nivel de avance sino que además aún hoy se sigue ejecutando. De los más de $ 25 millones que fueron certificados, los estudios que fueron encargados por los denunciantes a especialistas dan cuenta que lo realmente ejecutado era menos de la mitad de esa suma.
“Los valores reales de ejecución de la obra están por debajo del 50% de los montos con los que se pagaron los certificados de avance de obra. Es decir, lo efectivamente gastado por Ashoka Construcciones S.A. fue la mitad de lo que le pagó el municipio de Pinamar con fondos nacionales”, aseguran Tailhade y Estanga en la presentación judicial.
Paraná tiene lo suyo
Bajo el título “Calle Paraná: una repavimentación que no era tal”, en agosto del 2017 poníamos al descubierto una maniobra cargada de dudas y sospecha. Para la anunciada repavimentación, los intendentes de ambos municipios, recibieron por parte de Vidal, $50 millones. Demasiado dinero para una repavimentación que dejó los mismos baches, posos, y grietas de hace años.
De acuerdo con datos recados entre no pocos vecinos y comerciantes de Paraná, entre el 2000 y 2800, la repavimentación quedó a medio hacer. “Fíjate los pozos y grietas que hay, son las mismas que estaban antes de la repavimentación”, comenta Carlos, comerciante y vecino de Martínez que desde hace décadas tiene un comercio sobre Paraná, del lado de Olivos. Tal cual muestran las imágenes, la mentada repavimentación (fresado en términos técnicos), anunciada por los intendentes no se compadece con lo prometido.
En realidad, la repavimentación anunciada en octubre del 2016 por Posse y Macri, que abarcaba desde el río a Primera Junta, no implicaba hacer todo a nuevo. De acuerdo con lo anunciado por ambos funcionarios, allí donde la calle estaba muy deteriorada se pavimentaba a nuevo. En los otros casos -calles con baches y grietas-, se recurría al tradicional bacheo o fresado, es decir, tapar. Sin embargo, y tal cual denuncian los vecinos, la inversión de los 50 millones destinados para hacer de Paraná un villar, pareciera ser una quimera. Bastaría recorre algunos tramos para comprobar que la inversión brilla por su ausencia. Persiste el mal estado, los baches, las grietas y rajaduras del pavimento.
Por qué el dinero no llegó a esos tramos?, es la pregunta del millón, que se hacen los vecinos.
A la altura mencionada (Paraná 2000/2800, o al 5700) los trabajos tienen todos los visos de haber sido finalizados, demarcación vial incluida, lo que demuestra que la denuncia vecinal se compadece con una triste realidad: anunciaron obras que no se ejecutaron. Siguen los mismos baches y grietas de años anteriores, mientras la gobernadora Vidal asegura que se acabaron los curros en las obras públicas. Pinamar indicaría lo contrario, ¿Paraná será la contracara?
