top of page

S.O.S Martínez: amenaza de demolición sobre la "Posta el Triunfo", "Antiguo Calcagno&


El cierre del comercio y el temor de borrar un ícono cultural histórico vuelve a movilizar a la comunidad local

Es el lugar más antiguo y con historia de toda la región norte. La crisis nacional hizo que los actuales dueños bajaran las persianas. El temor que la piqueta destruya esos muros inquieta, preocupa y ocupa a vecinos, Centros históricos, concejales y autoridades oficiales.

En los 80 la realidad nos sorprendía ante la seria amenaza de que el “Antiguo Calcagno” fuera demolido. Un sitio con más de 200 años de rica y atractiva historia popular, reivindicado especialmente por la comunidad local. La reacción de vecinos, sumada al despliegue periodístico de nuestro medio, logró frenar la embestida. En el 81 volvió el tema a las páginas del diario Lo Nuestro . En aquella oportunidad era Margarita Perkins de Anchorena quien levantaba la voz diciendo que “es una barbaridad derribar semejante exponente de nuestra historia”. Junto a ella, dirigentes como Héctor Arias, Juan "Coco" Lalliana, Domingo Santarcieri, Héctor Cimino, Jorge Hermidas, entre otros, actuaron como una gran máquina que impidió la desaparición de aquellos muros. La intentona también encontró su correlato en los 90, en este caso, del intendente Melchor Posse y del presidente del HCD, Luis "Turco" Jorge quienes sorprendidos (y superados) por la realidad terminaron legislado a favor de ponerle límite a la demolición.

A partir de toda la impronta mencionada, se levantó un moderno restaurante recuperando el nombre original de “Posta el Triunfo”. Si bien se impidió la construcción de un edificio, todavía se aguarda que el Concejo Deliberante lo declare Monumento Histórico. Esto impediría la demolición; borrar la historia local. Lo que viene sucediendo en la actualidad con no pocos iconos nacionales (por caso billetes ) a partir de la llegada de la Alianza Cambiemos, que hace cultura de la no cultura y lo propio con la historia nacional, despierta el temor de la comunidad. Hoy, producto de la complicada crisis política-económica, la “Posta del Triunfo” cerró sus puertas. La amenaza de que allí pudiese levantar una torre de edificio nos remite a viejas luchas de vecinos, dirigentes sociales y políticos, y concejal, que en su momento impidieron la demolición total del histórico sitio.

Preservar, cuidar, ponderar la historia es un camino interesante a la hora de no repetir los mismos errores, y sobre todo reconocernos como población. Martínez tiene la particularidad de cultivar un acervo cultural relevante. El Antiguo Calcagno, Posta del Triunfo, son parte de esas profundas raíces que hace que una comunidad tenga donde reflejarse e identificarse. De ahí la importancia de la preservación.

Por lo pronto, motorizado por el cierre, un infatigable luchador de ayer, y de siempre, como resulta ser Domingo “Coco” Santarcieri, ex concejal dela Democracia Cristina, vecino de Martínez y miembro del Centro de Estudios Martinense, ha comenzado a realizar las consultas del caso a fin de "impedir que la piqueta termina por demoler lo que aún queda de nuestra historia". Santarcieri mantuvo una reunión con el presidente del HCD de San Isidro, el radical Carlos Castellano a quien le dejó un escrito expresando la preocupación del Centro de Estudios. Además de coincidir en “la necesidad” de “frenar cualquier proyecto que signifique que nuestra comunidad pierda ese lugar histórico", Castellano se comprometió en buscar cuanta legislación exista en torno al edificio a fin de indagar si hay proyectos u ordenanza declarándolo Monumento Municipal. Esto impediría la demolición. También saber si existe presentación de alguna empresa constructora.

Margarita Perkins de Anchorena, una de las mujeres de San Isidro que más luchaba junto a los nombrados por mantener viva la esencia y tradición de la zona, comentaba en aquellos años ante éste medio: “Creo que es una barbaridad derribar semejante exponente de nuestra historia. Alguien debe hacer algo y pronto”.

Una lucha que dio su resultado

En los 80 el local es vendido a una empresa constructora. Finalmente en el 81 cierra sus puertas, cambian de dueños.

A pocos meses del retorno de la democracia -con nuevos inquilinos que lo recuperaron como Restaurante Antiguo Calcagno- la Asociación Martínez ASOMAR, junto a vecinos, UCOMAR, Unión Comerciantes de Martínez, el diario Lo Nuestro, autoridades municipales y concejales, ponen sendas placas recordatorias en la fachada de entrada. El hecho intentaba resaltar el valor cultural e histórico que tiene el predio por derecho propio y por adopción popular. Sin embargo, la desidia oficial dejaba a la antigua posta sin un sustento formal: la declaración de monumento histórico. A fines de la década del 80, los propietarios intentaron vender el sitio para construir edificios de altura. Los concejales, por unanimidad evitan que prevalezca el interés comercial sobre el cultural. Lo Nuestro, en su línea permanente de reivindicar todo aquello que tenga que ver con lo nacional y popular, acompañó -rescatando archivos y documentación histórica- el reclamo de cientos de vecinos e historiadores que defendían el viejo edificio. En los 90 los actuales dueños y tras largas negociaciones entre concejales y autoridades municipales, modifican parte de la vieja estructura, debiendo preservar parte de su fachada. Aquellas placas recordatorias extrañamente desaparecieron (versiones extraoficiales dicen que cayeron en manos de un ex funcionario municipal) como quien intenta borrar de la memoria colectiva, lo que los pueblos consideran como de real valor cultural.

De 1780 al 2018 ¿Quién no pasó alguna vez frente al bar “Antiguo Calcagno”, “Posta el Triunfo” ubicado sobre la avenida Santa Fe esquina Edison de Martínez?. Seguramente, muchos se habrán dado cuenta de lo viejo de la edificación, más aún si observa el texto que reza en el frente: 1780-1792. Pero el peligro de la demolición posa nuevamente sobre lo que alguna vez fuera una solitaria posada enclavada en el medio del campo.

El documento más antiguo que se pudo detectar data de 1780, pero son varios los historiadores que opinan que la construcción podría ser de algunos años antes. Por aquel entonces, esta posta era la única sobre el camino real que unía el Tigre con Capital Federal. Allí se detenían las carretas que, cargadas de frutas, se dirigían hacia los centros urbanos. La antigua posta cumplió un rol muy importante en la época de las Invasiones Inglesas, ya que allí fue donde se atrincheró Juan Martín de Pueyrredón con sus bravos para pelear entre las rejas contra los duros invasores de 1806. Después del heroico triunfo, los valientes defensores bailaron con sus chinas por primera vez en “El Triunfo”, festejando el glorioso momento. A partir de ese instante la posta pasó a llamarse “El Triunfo”. Cuentan que “en la posada durmió el general José de San Martín para tener al día siguiente una reunión con Juan Martín de Pueyrredón”.

Con el correr de los años, la posada cambió de dueño y fue entonces que la compró un portugués, Joaquín Quintía de los Santos. Allí instaló una molienda con aquel viejo molino que la piqueta no supo perdonar. No habría lugar más antiguo en todo el Gran Buenos Aires y que además conserve todo lo que tiene de origen. Sólo el piso ha sido cambiado de antiguos y grandes ladrillos a mosaicos. El resto sigue inmune al tiempo, las paredes de un ancho de setenta centímetros, las puertas de un duro y pesado quebracho, las rejas que siguen empotradas como desde sus comienzos.


250x300.gif
Banner Pcia Seguros.gif

Monteverde 3297 | Olivos | Vicente López | 4794-6638

Presentado por

bottom of page