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Macri eligió el peor camino: el de la confrontación violenta


De la Alianza a Cambiemos el mismo recorrido

Por. Tano Armaleo- La dura represión que recayera ayer sobre miles de personas remite, indefectiblemente, al 2001, a la memoria más reciente. A un periodo en que la arrogancia que suele generar el poder pretendía,, al igual que ahora, conculcar derechos sociales de jubilados y trabajadores. La historia se repite. Cambiaron algunos actores. Cambiaron tanto que algunos de ellos ni se reconocen en el espejo. Continúa la arrogancia, con el agravante que los actuales moradores de la Casa Rosada cargar con los ADN de los chicos ricos: caprichosos y soberbios.

En aquel momento, la corrupción enquistada en el gobierno de la Alianza se manifestaba a través de la “banelco”. El gobierno de Fernando de la Rúa, Patricia Bullrich, Maria Eugenia Vidal, Hernán Lombardi, Gerardo Morales,Rodriguez Larreta, por mencionar tan solo algunos funcionarios, a fin de aprobar leyes que iban contra el interés de los trabajadores salió a comprar diputados. El escándalo revelado por el diario La Nación con testimonios y fuerte respaldo probatorio, fue archivado por una justicia condescendiente que terminó por desestimar los hechos. Y en aquello años, los jubilados también sufrieron un terrible corte en sus haberes: 13%. Todo fue tan insostenible que el entonces vicepresidente “Chacho” Álvarez, terminó renunciado. Junto a él se fue su ministro Juan Pablo Cafiero.

El final de la Alianza, es conocido. El daño que dejaron y el sufrimiento los sectores populares también.

Ahora, con otro gobierno democráticamente elegido y con dos elecciones ganadas (presidenciales y de medio término), los acontecimientos políticos que vienen produciendo Mauricio Macri y Vidal retrotraen a esos recuerdos.

Cuando no pocos políticos y sociólogos describen al gobierno macrista como el gobierno de y para ricos, la disquisición no resulta exagerada si se analiza la realidad.

Tal vez, por lo menos para quien esto escribe, la gran diferencia entre Cambiemos y la Alianza es el montaje de un relato basado en el odio y la venganza, el descredito de “todo lo anterior” y el considerarse iniciadores y dueños de la historia. Que por cierto, se empecinan en borrar la nacional. No por casualidad, bajaron de los billetes a los próceres nacionales para colocar monos.

Como buen gobierno de ricos y para ricos, los más beneficiados son los grupos concentrados de la economía, léase multinacionales. No las Pymes locales o el comercio barial. La baja de retenciones -el año que viene baja aún más el de la soja, trigo y maíz-, al igual que la intención de reducir impuestos a multinacionales en desmedro de las PyMes, desnuda la matriz política-económica del gobierno. Mientras los grandes -los de arriba-, se benefician los de abajo pierden.

Una matriz política-económica que no es ni más ni meno, que el conocido neoliberalismo. Teoría que desde su puesta en funcionamiento -allá por los 90-, en todo el mundo sólo logró beneficiar a los sectores de la especulación financiera.

Tanto se beneficiaron los capitales especulativos que por ejemplo, un puñado de argentinos -así lo revela el tesoro de los EE.UU-, tienen depositados en Paraísos Fiscales cerca de 400.000 millones de dólares. Sí, leyó, bien: 400.000 millones de dólares. Dinero sucio, evadido, y mal habido en el 99, 9% de los casos.

Tal vez, no era necesario conocer lo revelado por los denominados Papeles de Panamá para tomar conciencia del dinero fugado por unos puñados de argentinos a dichas guaridas. Listado en los que figuran varios funcionarios del gobierno nacional, y el propio presidente. Perdón, no era Mauricio, es el padre, Franco Macri quien evadió. Ojo, lo dijo Mauricio.

Cuántas muertes de jubilados y niños mal nutridos se hubieran evitado si esos dineros fugados estuvieran tributando impuestos. Cuántos hospitales, escuelas, rutas y viviendas tendríamos en la patria si estos delincuentes -no son otras cosa que eso, así es tipificado quien engaña a la AFIP-, hubieran pagado como paga el ciudadano de a pie. Ese que vive de un salario, muchas veces miserable, pues el patrón prefiere evadir antes que invertir

.

Frente estos hechos irrefutables, resulta patético escuchar el presidente hablar de corrupción, de lucha contra la evasión. O mostrarse molestos porque la gente sale a la calle a reclamar. Habrá que recordarle que, durante la 125 el país fue virtualmente cortado por piqueteros de bombacha. El hoy ministro de agricultura Miguel Etcheverre, al igual que el senador macrista Alfredo Deangelis eran grandes fogoneros de los cortes de ruta. La diferencia es que esos cortes nunca fueron reprimidos por el Estado de derecho. Lo mismo sucedía cuando dirigentes gremiales copaban las calles junto a muchos de los que hoy gobiernan, en pos de desterrar el impuesto a las ganancias. Pararon los reclamos, se incrementó el pago de los trabajadores,yla lucha se acallo.

Era una oposición terrible, incorregible. Hoy son oficialistas e incorregibles también. Solo parecían ser guaridos por el odio y rencor sobre un gobierno elegido por amplia mayoría (54% de votos). Desafortunadamente, la historia nacional tiene muchos de estos vaivenes. El problemas, grave por cierto, es que ahora son gobierno y persisten con aquella impronta.

Cuando uno imagina que tenderían puentes; no, dinamitan el camino con la gente transitando.

Aquella -los opositores de la 125- era una oposición salvaje, terrible y en gran medida, desestabilizadora. Solo la templanza y el respeto irrestricto al Estado de derecho evitó que los reclamos no fueran teñidos por la muerte. El país cambió y mucho. Algunos entenderán que para bien. Así surge del voto, aún si estos no superan el 35% del electorado. Tan respetable como el resto que pretende ser escuchado y no mancillado, lacerados o muertos por balas de fuerza de seguridad.

Así como durante la Alianza le sacaron a los jubilados y trabajadores salarios y derechos, Cámbienos avanza en la misma dirección. Antes, fue la banelco, ahora, la amenazada de un decreto presidencial para logra el recorte a jubilados. Y también, la fuerte presión ejercida sobre gobernadores que son corridos diciéndoles que se les retacearan fondos si los diputados no votan lo que exige el gobierno nacional.

Otra hubiera sido la historia si estos “chicos ricos y caprichosos” buscaran el consenso, la discusión abierta y franca. Que no tengan la premura por satisfacer a la gobernadora Vidal que a partir del recorte a los jubilados, se levantara con 40.000 mil millones de pesos para el 2018 como compensación del Fondo del Conurbano.

En los países serios, estos temas llevan años de discusión, de debate, análisis e intercambio de opiniones. Macri prefirió el peor camino. El de la confrontación violenta.


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