Frente a la ola delictiva la provincia monta un relato de ocasión
Proyecto de reforma del régimen de excarcelación
Sabido es que, aplicando los mismos métodos los resultados serán los mismos. Precisamente esto es lo que acaba de realizar la gobernadora Vidal, al presentar un proyecto de reforma del régimen de excarcelaciones de la provincia. Una reforma que viene de la mano del crimen de la pequeña Abril Bogado. Salvando los matices, Vidal insiste con viejas recetas, atacar el efecto y no la causa del delito. Cabe recordar que, desde 19883 a la fecha, no sólo se disparó el presupuesto de seguridad; se incrementó la cantidad de policías, de móviles, de edificios, de pertrechos, se abrieron decenas de fiscalías, y el crimen no cesa. Vidal, atendiendo la presión social y haciendo pie en el marketing publicitario -no muy distinto a otros gobernadores-, ahora sale con la mencionada reforma, que en realidad no cambia en nada a la hora de evitar semejantes crímenes.
De acuerdo con la información recabada por el diario Página 12, la solución propuesta por el gobierno es aumentar la cantidad de delitos que no están habilitados para recibir una libertad anticipada al cumplimiento efectivo de la pena. Hasta la fecha, el régimen legal provincial dispone la limitación a seis delitos. El proyecto de Vidal incrementa el límite a 19 y se desentiende de la realidad penitenciaria: la población encarcelada en la provincia de Buenos Aires es de 42 mil personas, el máximo histórico bonaerense, 22 mil personas por encima del cupo informado por el mismo gobierno y casi el doble del promedio de prisionalización en el mundo.
La otra avanzada (de Vidal) para mitigar y desprenderse de toda responsabilidad institucional, ante tanta incapacidad para prevenir el delito, es avanzar contra el juez José Villafañe, quien hace tres años dispuso la libertad asistida del acusado por el crimen de Abril. Demás está decir que el magistrado obró y actúo dentro de los marcos legales que le otorga la jurisprudencia y apoyado en los informes del Servicio Penitenciario.
El juez Villafañe, de perfil bajo, es considerado en el medio judicial platense como uno de los pocos magistrados que recorre las cárceles y entrevista a los detenidos bajo su jurisdicción, para saber de qué se trata aquello sobre lo que tiene que disponer.
