Violencia explicita: Pichetto insultó a la ex Montonera de Barrio Norte
La acusó de "populista de derecha".
Foito archivo: Jorge Macri y Patricia Bullrich
La violenta y agresiva interna adentro de Juntos por el Cambio no encuentra razonabilidad y, mucho menos, la demandada sensatez que reclama la población que los podría votar. Ahora fue el turno del titular de la Auditoría General de la Nación y precandidato a diputado nacional por Juntos por el Cambio (JxC), Miguel Pichetto, quien salió a cruzar a la ex Montonera de Barrio Norte, la precandidata de Mauricio Macri.
Al respecto, Pichetto opinó que la titular del PRO -en uso de licencia-, Patricia Bullrich, posee un discurso "populista de derecha" y evaluó que las diferencias que existen entre la exministra de Seguridad y el jefe de Gobierno porteño, Horacio Rodríguez Larreta se basan en "las formas y el estilo" sobre cómo deben desarrollarse los cambios.
Dentro del pensamiento de la derecha gorilizada, los populismo son algo así como el demonio, Hitler, Videla, o no someterse disciplinadamante al FMI, por caso. Constituye un insulto. No así para quien abreva del pensamiento nacional y popular: ser populista es pensar en los postergados de la patria, en soberanía, en desarrollo tecnológico nacional, en la protección de la industria nacional, en cuidar a la comunidad, por ejemplo.
Picheto, ahora enrolado con Horacio Larreta, detalló que "las diferencias no son por los cambios estructurales que hay que hacer. En eso estamos todos convencidos, si no las formas y el estilo sobre cómo se tienen que desarrollar".
Días atrás, Bullrich había escrito en sus redes sociales, "otro día de caos: la Ciudad es tierra de nadie. Conmigo, esto se acaba”. Un tiro directo sobre Horacio Larreta a quien tildó de “ventajero total y oportunista que hace cualquier cosa por un voto".
Sin embargo, y más allá de estas posturas, detrás de tanta virulencia y agresiones, queda expuesto que la fractura en Juntos por el Cambio es un camino sin retorno. Esto va más allá de los resultados electorales.
Cuando se consulta en las entrañas del larretismo, todos coinciden en que las elecciones “será un parteaguas, comienza una nueva etapa política” donde la figura e influencia de Mauricio (Macri) quedará en un segundo plano.
La alianza entre Larreta y la UCR “es muy fuerte” confían y ponen como muestra lo que sucede en CABA. En este ámbito Larreta muestra más empatía, no la oculta, con Martín Lausteau que con el candidato del PRO Jorge Macri. Bullruich, al igual que Macri y Vidal, acusa a Horacio Larreta de entregar el gobierno de CABA al radicalismo con la “personalísima” intención de garantizar su precandidatura.
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