Villa Martelli: Memoria, Verdad y Justicia en la puerta de la Comisaría local

Organismo de Derechos Humanos señaliza la dependencia donde operó durante la dictadura un Centro Clandestino de Detención

Los pueblos que olvidan u omiten su pasado están condenados a repetir los mismos errores. Vaya si lo sabe el pueblo judío, alemán, armenio, chileno o palestino y los pueblos originarios, por caso, de Latinoamérica, donde la violación de Derechos Humanos causó estragos. Cada uno a su manera y como pudo, construyó -continúan haciéndolo-, un camino signado por Memoria, Verdad y Justicia. En esto de construir, Argentina ha dado muestra acabada del valor y respeto a los Derechos Humanos, tanto en la lucha emprendida por Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, organismos de Derechos Humanos, como el Juicio a la Junta de Comandantes de la última dictadura cívico-militar, la del 76. Del mismo modo que los iniciados por el presidente Néstor Kirchner, donde también se procuró enjuiciar la complicidad civil.

Dentro de este constante construir y batallar culturalmente y hacer comprender a las nuevas generaciones que no resultan lo mismo, desde todo punto de vista, las violaciones y crímenes de lesa humanidad perpetradas por un gobierno, en este caso por la dictadura del 76 sobre la población, que aquellos asesinatos cometidos por pequeñísimos grupos armados. Intentar equiparar estos crímenes es como justificar el Holocausto, avalar el odio, la venganza, despreciar la justicia.

Por eso, cuando el miércoles 13 la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos Zona Norte de la Provincia de Buenos Aires (APDH ZONA NORTE) junto a otros organismos y partidos políticos de la región (PJ, PC, PS, Fte. Grande) identifiquen como Centro Clandestino de Detención a la Comisaría 4ta de Villa Martelli (Vicente López), se estarán poniendo nuevos valores en la construcción de Memoria, Verdad y Justicia. Se estará educando en valores democráticos, en el respeto y la tolerancia.

Dicha Comisaría, vale recordar, fue el lugar clandestino de detención en el que fueran alojados, entre otros, el Negrito Floreal Avellaneda, que tenía 14 años, y su madre Iris Pereyra de Avellaneda. Simbolizan casos emblemáticos de lo ocurrido durante el terrorismo de Estado en Vicente López, durante la dictadura militar, donde hubo alrededor de 350 detenidos desaparecidos.

El Negrito Avellaneda, cuyo cuerpo fue encontrado días después en las costas uruguayas, siendo víctima de los “vuelos de la muerte”, fue declarado en el año 2009 Ciudadano ilustre post mortem por el Concejo Deliberante de Vicente López.

Las señalizaciones de los centros clandestinos de detención significan un importante símbolo para que la memoria, la verdad y la justicia estén vivas y es el resultado de la lucha permanente de los organismos de derechos humanos a lo largo de los años transcurridos.