Vicente López ruidoso: vecinos cuestionan a la organización Lamroth Hakol
Argumentan que la entidad realiza actividades con altos decibeles que dañan la tranquilidad barrial. Además, objetan el descontrol vehicular y obstrucción de garajes particulares. Hace más de 10 años que reclaman ante autoridades municipales y Defensoría del Pueblo
El malestar de vecinos no es para menos. Desde hace décadas, la prestigiosa y reconocida Organización religiosa y cultural Lamroth Hakol de Vicente López viene aguijoneado y “perturbando la calma barrial”, debido a las múltiples actividades que allí se realizan. Ruidos molestos, autos mal estacionados y otros que obstaculizan la salida de vecinos desde sus garage, es parte de las quejas que vecinos de Vergara y Caseros (1450) vienen expresando desde el año 2010 cuando, cansados de tantos reclamos antes Lamroth Hakol , se ven obligados a escalar a instancias institucionales. Municipio y Defensoría del Pueblo fueron los ámbitos a la cual recurrieron vecinos en busca de respuesta. Dos instancias que, a la luz de los acontecimientos, poco y nada supo o quiso brindarles.
En el año 2010, 2014 y recientemente, diversos escritos fueron detallando la molestia que ocasiona una institución que pareciera no darle importancia a los altos decibeles, “insoportables de tolerar” al decir de los vecinos, al igual que el malestar que ocasionan vehículos mal estacionados. A pesar de las denunciar ante la Dirección de Tránsito, la ineficiencia parecería guiar a los responsables del área. Todo indica que actuarían más atento a las presiones de poderes sectoriales que en atender las legítimas quejas.
“Nos sentimos avasallado y en total estado de indefensión porque hemos presentado a la Municipalidad muchísimas quejas y no hace nada, no logramos que vengan a certificar por ejemplo los ruidos molestos por parte de fiscalización. Donde los decibeles permitidos son ampliamente superados”, reza uno de los tantos escritos redactados por vecinos
Y agregan: “además, nos vemos sometidos al mal trato de las autoridades de la organización en forma permanente, ya que parece que ellos gozan de impunidad y hemos recibido respuestas como, por ejemplo, ante la llamada de un vecino para que paren las alarmas que suenan durante toda la noche todos los días, el vice presidente contesta "la alarma va a sonar cuando tenga que sonar como en cualquier casa" o ante otra llamada de un vecino al vice presidente por el ruido que hacen los chicos cuando juegan”.
También detallan que la organización religiosa-cultural “utiliza un salón para realizar eventos y fiestas en forma permanente pero no tiene la habilitación correspondiente de la Municipalidad o tiene una habilitación para eventos religiosos y en ella escudan cualquier cosa”.
Si bien la entidad lleva décadas y en muchos casos precede a la presencia de muchos vecinos, nada justifica que no se allanen los caminos para un adecuado marco de respeto y tolerancia. Seguramente, otra sería la cuestión si quienes debieran actual de “arbitro” recurrieran al sentido común y aplicaran e hicieran respetar las normas bajo un marco de equidad y justicia. Y, sobre todo, escucharan y atendieran a los vecinos, esos que cada dos años acompañan con el voto.
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