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Vicente López no escapa del colapso sanitario, pero evita comunicarlo


Al igual que el resto de los municipios de la Región Norte el distrito se ve desbordado por la fuerte ola de contagios y muertes


La única verdad es a realidad: el COVID acecha y no distingue clase social, edad, o color político. E ingresa, aún, en aquellos hogares que salen a las calles y por redes sociales a reclamar por más apertura y por presencialidad en las aulas, desafiado al corona y culpando al gobierno como el hacedor de todos los males. A esta altura de los acontecimientos, con 25 mil casos y 516 muertos registrados en las últimas 24 horas, de poco y nada sirve hurgar los por qué de tantas muertes y contagios. A quienes le quepa el sayo, que se lo pongan.

Por lo pronto, y mientras el gobierno nacional, y provincial, busca continuar con las medidas, y nada se descarta (más restricciones), los sistemas hospitalarios están al límite, cuando no colapsado. Tal cual sucede en la mayoría de los municipios de la Región Norte.

Hace horas, el intendente de Tigre Julio Zamora, sin dobleces y con la honestidad que otros de sus pares parecen ocultar, habló que el sistema sanitario local, en lo que a camas de terapia intensiva se refiere, está colapsado. Tanto en el sistema privado como público. Pareciera que de poco y nada sirven las más de 500 camas disponibles que se armaron para cubrir las necesidades locales cuando la pandemia desatendida. La gravedad de muchos de los pacientes satura el sistema de terapia, por ende, merma la posibilidad de brindar una adecuada atención médica.


Tigre subió el contagio una 165% en pocas semanas. Tiene 7 muertos por día, 300 contagios diarios. Nada distinto al resto de los municipios. La diferencia es que el jefe comunal sincera los acontecimientos. Seguramente, una buena manera de ampliar el marco de consciencia social, y darle sustento como para aplicar nuevas medidas restrictivas como las que acaba de anunciar -ver nota aparte.


Quien también se encuentra atravesando un complejo panorama, y a punto de colapsar(totalmente) es Vicente López. Si bien oficialmente nada se sabe, fuentes provenientes del sector salud, confiaron a Lo Nuestro que “el Hospital Houssay está saturado”. Y en lo que respecta a guardia “11 pacientes en total/ 4 en ARM” y agregan que “el sector shock ( rojo) sin camas; Preshock libre”. En tanto, en terapia intensiva -OVID- las 14 camas están ocupadas, las UTI negativos sólo resta una cama por ocupar. Como se observa, en los pagos de Jorge Macri la situación es tan compleja como el resto de los distritos. Nada distinto a lo que sucede en el San Isidro de Gustavo Posse en que el sistema de salud, tal cual detallaron fuentes del ministerio de salud, también se encuentra estresado, al límite. Como se observa, el COVID no distingue entre los que insisten, por ejemplo, en que la presencialidad en las aulas no genera contagios y aquellos que abonan por más restricciones. Restricciones tipo Chile, Uruguay, Alemania, España, Japón, por caso que en el país son resistida por una postura política erática.


Demás está decir que distritos como San Fernando y San Martín gobernados por el Frente de Todos, también padecen los estragos de esta nueva ola de pandemia.


Todo esto revela, que más allá de la negativa y el negacionismo que alimentan dirigentes como Patricia Bullrich, Mauricio Macri, y el propio Larreta, a la hora de oponerse a restricciones no hacen más que alimentar al COVID. Y en esta suerte de rebeldía institucional, en que no cumplir las normas y disposiciones legales tiene su precio, el COVID saca ventaja: entra a todos los hogares, en todos los municipios. Si no hay acciones conjuntas, tal cual aconsejan los especialistas difícilmente bajen las muertes

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