Vicente López no encuentra quien lo defienda
La titularidad de la Defensoría del Pueblo se encuentra vencida. El Concejo Delibernate hace más de tres años que viene postergando elegir nuevo o nueva titular. Por ahora, dos candidatos en danzas.
Concejo Deliberante
Desde hace años, la Defensoría del Pueblo opera con una funcionaria con mandato vencido. La oposición y sectores de la comunidad reclaman que el Concejo Deliberante se digne a tratar la sucesión
A casi cuatro años de vencido el plazo para elegir un nuevo Defensor del Pueblo de Vicente López, que reemplazaría a la actual, María Celeste Vouilloud, el Concejo Deliberante de Vicente López parece encaminarse a repetir la historia: no tratar el tema. Por lo tanto, María Celeste Vouilloud podría continuar al frente del organismo.
Como sucediera en otras oportunidades, mientras el oficialismo se muestra muy satisfecho y condescendiente con la actual Defensora, al punto tal de no querer removerla, sectores opositores y de la comunidad insiste en elegir un nuevo o nueva Defensora del Pueblo de Vicente López. La sesión podría llevarse adelante una vez finalizadas las elecciones generales.
En el mientras tanto, la figura del ex concejal y dirigente del Partido Solitas Carlos Roberto vuelve al ruedo. Al igual que años anteriores (en tres oportunidades) Roberto es impulsado por las ong Biblioteca Popular Bernardo Delom, Club de Pescadores Olivos, Asociación Civil Pro Vicente López, Agrupación de Vecinos de Vicente López, Biblioteca Popular Sudestada, Sociedad Protectora de Animales, Tiempos de Memoria.
La figura de Roberto podría encontrar eco por parte del bloque del Frente de Todos que, extrañamente, nunca impulsa a gente para ocupar dicho cargo.
Junto a esta postulación, el nombre de un tal Guillermo López, sobrino de quien fuera el último intendente hasta que el golpe cívico-militar del 76 lo eyecto del poder, el peronista Carlos López, ha comenzado a transitar los pasillos del Concejo Deliberante en busca de poder ser elegido.
Si bien María Celeste Vouilloud tiene el mandato vencido -lo ocupa desde 2009-, cuestiones administrativas impiden dejar el cargo sin antes tener quien la sucedería. Este es el argumento que esgrime la funcionaria. Si bien podía renunciar de manera indeclinable, y así forzar una nueva elección por parte del Concejo Deliberante, esto no sucede.
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