Un PJ a fuego muy lento, un Julio Zamora al límite y una militancia que no espera

Mientras el gobierno nacional continúa con un modelo claramente destructivo para gran parte de la población y el peronismo intenta salir del silencio, el intendente de Tigre se muestra con el ex ministro Guzmán

Mientras el PJ nacional se encamina a desplazar a su presidente Alberto Fernández, quien entendió la importancia de dar un paso al costado ante el imperio de la realidad -Perón decía que los conductores conducen al éxito, caso contrario un paso al costado, no abandonan la batalla, sólo deben correrse-, y el diputado Máximo Kirchner que se muestra activo en reuniones regionales, es objetado por algunos intendentes y dirigentes distritales, en Tigre el intendente Julio Zamora vuelve a jugar al límite, sobre la línea.

Así quedó expuesto luego de que el jefe comunal de Tigre recibiera en su despacho al ex ministro de economía, Martín Guzmán. Fue el propio Zamora quien se encargó de hacer pública la movida política. Guzmán, cabe recordar, fue reemplazado por Sergio Massa quien debió enfrentar una compleja situación económica, producto de no pocos errores del ex ministro que renunció de manera sorpresiva y dañina para la política, y el pais.

No es ningún secreto que Zamora, al igual que su par Fernando Gray (Esteban Echeverría), entre otros, abonan la postura de que el PJ provincial debe ir a una reoxigenación de toda su estructura política. La derrota electoral y manejos compartimentados y, en particular, el armado de listas a injerencia en distritos, son parte de las críticas que recibe la conducción partidaria. Además del notrio silencio ante una realidad nacional preocupante

Empero, las críticas más fuertes provienen de la militancia y de ese electorado que apostó fuertemente a Unión por la Patria y tras la derrota no observa contundencia y claridad a la hora de pararse frente al modelo impuesto por el intolerante y autoritario gobierno de Milei y el PRO que está destruyendo a un amplio sector de la población.

Si las conducciones nacionales y provinciales del PJ se muestran aletargadas, no menos alentador es el panorama en los distritos.Sin embargo, en la militancia reinan esos ADN peronistas que evita la claudicación y, en circunstancias extremas como las que vive el país, están militando de una manera intensa aguardando que la dirigencia despierte. Que despierte y de orgánica a una bronca que cubre las calles, llegan a los hogares, a comedores, a las PyMes, al comercio barrial, a las escuelas de todo el país. El peronismo, como garante de una patria justa, libre y soberana, no puede continuar distante de los reclamos populares si de verdad quiere recuperar terreno electoral.

Cierto es que, el largo y rico historial que tiene el peronismo revela que cuando atraviesa por estas circunstancias y