Sergio Massa no se saca los cortos, sigue en la cancha
La unidad en Unión por la Patria fue ratificada en el Congreso y en la provincia.

La reciente denominación de Cecilia Moreau como vicepresidenta primera de la Cámara de Diputados, otrora presidenta del cuerpo y dirigenta que tiene terminal directa en Sergio Massa, confirma la voluntad de unidad en Unión por la Patria. El otro dato que ratifica que “la unidad no es una opción, es una necesidad”, tal cual señalan desde el entorno de Massa, se materializó en la provincia de Buenos Aires.
En tierras provinciales, massistas y camporistas continuaron lo que venían transitando durante estos cuatro años: “unidad en acción”. El gobierno del Frente de Todos se mantuvo, prioritariamente, por el entendimiento entre Cristina Fernández y Sergio Massa. Una alianza que persiste y no parece resquebrajarse. Esto se vio reflejado al momento de impulsar al presidente de la Legislatura bonaerense. Para el período 2024, la presidencia de la cámara de diputados recayó en manos de Alejandro Dichiara que responde a Máximo Kirchner. Y, para el 2025, Alexis Guerrera, ex ministro de Transporte y ex intendente de General Pinto, llegará con el visto bueno de Sergio Massa a la presidencia de la legislatura.
Si la vicepresidenta dejó en claro que “me van a encontrar siempre en el Instituto Patria”, dando muestra que la política seguirá siendo su agenda diaria, Sergio Massa tampoco da muestra de correrse del gran escenario nacional. El haberse cargado un Ministerio de Economía cuando todos rehuían, la manera en que encaró la campaña electoral ampliando el abanico electoral, llevando a Unión por la Patria a un nada desdeñable 45%, habiendo logrado mayorías en diputados y senadores, puso al peronista de Tigre como un dirigente con capacidad para remontar barriletes en medio de temporales.
Massa, al igual que el denominado kirchnerismo, es consciente que el presente podrá ser pesimista en tanto y en cuanto el gobierno de Milei promete recetas fallidas y que sólo auguran bienestar para un reducido sector de la población, para la “gente de bien” como dicen los nuevos funcionarios. Sin embargo, desde Unión por la Patria vislumbran que “más temprano que tarde tendremos que hacernos cargo del gobierno”. El paso previo, entienden, es recuperar musculatura electoral, “que las urnas se expresen a nuestro favor”. Aseguran en las cercanías de Massa, es “aprender de nuestros errores”. Fue el propio Sergio Massa quien se cansó de pedir, en varias oportunidades, perdón por la realidad imperante. Un gesto inusual en un dirigente político. También lo hizo Cristina.
Por estas horas, quienes comparten la mesa chica de Massa aseguran que, más allá del trabajo que le ofrecieron en una consultora internacional, “su corazón y pensamiento estarán siempre puestos en lograr una Argentina productiva, desarrollada, e inclusiva”. Y agregaron, “Sergio sigue con los cortos puestos, no deja la cancha”. Así como fortalecerá a su espacio, el Frente Renovador, comentan, no dejará de fertilizar a Unión por la Patria.
Mientras esto sucede, Milei llega a la Casa Rosada con un gobierno de rejunte nacional, con dirigentes de una casta política fracasada -muchos de ellos corruptos que gobernaron hasta ayer nomás en nombre del cambio-, tal cual se desprende de muchos funcionarios que ocuparán lugares claves.
Si algo inquieta al nuevo gobierno, y en particular al macrismo, es precisamente que UxP continúe, por ahora, unida. La "destrucción del peronismo", en realidad todo lo que huela a popular, no por casualidad Milei detesta al "fracasado de Raúl Alfonsín", así lo tildó, es lo que molesta a la "gente de bien", a las oligarquias.
Se avecinan tiempos complejos producto del modelo político que implementará Milei y la vieja casta: ajustazo, tarifazos,cierre de industrias y comercios, baja de recaudación fiscal, despidos,y varios etc. más. Lo que requerirá de una oposición con sumo criterio democrático, prudencia, y experiencia para contener el malestar popular.
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