Por dinero baila el mono, Milei y un par de pícaros que quieren quedarse con los clubes, con el fútbol
Según la lógica de Milei, países como México, Chile o Uruguay, que tienen Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) tendrían que ser ampliamente superiores a la de Argentina, cosa que no ocurre. Milei también omite que los dos clubes más valorados a nivel mundial son el Barcelona y el Real Madrid, ambos son asociaciones sin fines de lucro.
La formación deportiva en clubes sociales fue y continúa siendo garante de "movilidad deportiva ascendente"
Por: Fernando Gañete Blasco.-En la Argentina no para de crecer la pobreza y la indigencia y el gobierno se niega a entregar los alimentos a los más vulnerables. Miran para otro lado y no les dan medicamentos (o dan escasos) a quienes padecen enfermedades oncológicas. Las pymes están en estado terminal. Despiden trabajadores estatales y privados, aumentando la desocupación. La inflación rebota. Los servicios, las naftas, las medicinas prepagas, el cable e internet no dejan de aumentar los precios destruyendo la capacidad de ahorro de la clase media y restringiendo cada vez más el poder de compra de los argentinos. Pese a ello, el presidente Javier Milei –además de seguir viajando con el dinero de los contribuyentes- tiene tiempo para dedicarle a desacreditar al fútbol argentino que tantas alegrías le da a nuestro pueblo.
El presidente posteó en su cuenta de X, junto a una imagen de la formación inicial de la Selección argentina de fútbol con los clubes en los que actualmente está cada integrante, lo siguiente: “PREGUNTA TÉCNICA: Si AFA se opone a las Sociedades Anónimas Deportivas ¿por qué motivo permite que el plantel titular provenga de estas sociedades? ¿Acaso será que los resultados son importantes y las SADs tienen a los mejores? No más socialismo pobrista en el fútbol. VLLC”.
Difícil de calificar semejante planteo disparatado cargado de falacias e hipótesis erróneas. Las respuestas no se hicieron esperar. El primero posteó: “Todos se formaron en clubes que son de los socios! Las SAD compran talento generado en nuestros barrios, por nuestra gente. Qué poco orgullo por lo nuestro! Escribió Pablo Serdán a lo que le respondió el propio presidente : “Se nota que sos muy orgulloso con la ajena... y obviamente no te interesa la calidad del espectáculo ni el nivel de competitividad de nuestra liga... Tu romanticismo (con la ajena) más temprano que tarde matará a nuestro querido fútbol argentino...”.
Mientras el presidente Milei polemizaba sobre estas cuestiones el dólar blue batía un nuevo récord alcanzando los $1500.
Por supuesto, siguieron los trolls seguidores de Milei a destruir agresivamente a quienes con argumentos y educación trataban de explicar un pensamiento opuesto, como quien planteó que, sin SAD nuestro país había conquistado tres Copas del Mundo, seis Mundiales juveniles y quince Copas América. Las redes sociales, parecido a la vida misma, no importa la veracidad del contenido, sino imponerse con instrumentos más efectivos como la violencia y la cantidad de voces que repiten un argumento falaz.
Yendo a la explicación más deportiva, según la lógica de Milei, países como México, Chile o Uruguay, que tienen Sociedades Anónimas Deportivas (SAD) desde hace aproximadamente dos décadas tendrían que ser ampliamente superiores a la de Argentina, cosa que no ocurre. La teoría de Milei también omite que los dos clubes más valorados a nivel mundial son el Barcelona y el Real Madrid, ambos son asociaciones sin fines de lucro. Las sociedades anónimas deportivas no invierten en la formación, sino que se caracterizan por comprar futbolistas consagrados o en vía de serlo.
Otra incoherencia es creer que un accionista privado de un club buscaría retener los talentos en sus equipos para cobrar en pesos las cuotas sociales, abonos, derechos de TV y publicidad (que es como se conforman los ingresos de los clubes argentinos), en lugar de exportar los talentos. Hoy ya existen multinacionales que tienen equipos en varios países. La ingeniería es simple, comprar barato en aquellos lugares que forman jugadores, venderlos a bajo precio a sus subsidiarias que menos impuestos pagan para, de allí, transferirlos al destino final y tributar menos. De darle buenos espectáculos a sus hinchas, poco.
Otra omisión que tuvo Javier Milei al defender las SAD es que semanas atrás el travestido político Daniel Scioli, junto al Subsecretario de Deportes, Julio Garro y la diputada libertaria Juliana Santillán posaban en una foto, posteada por los mencionados, junto a un empresario representante de 777 Partners, un hólding norteamericano que tenía cinco equipos, entre ellos, Standard de Lieja belga, el Sevilla de España y el Vasco da Gama brasileño. Con bombos y platillos lo anunciaban como los capitales dispuestos a invertir en las SAD en Argentina. En poco tiempo, por cuestiones judiciales, perdieron el control del equipo de Bélgica, los echaron del Vasco da Gama y embargaron las acciones del Sevilla. No eran los mejores capitales para “salvar” al fútbol argentino.
Más allá de desprestigiar a los clubes de pueblo y de barrio de nuestro país que tan buen trabajo hacen a lo largo y ancho de la Argentina y de donde surgieron todas las figuras de nuestra selección, Javier Milei que no puede arreglar lo que está mal, quiere meter mano en lo que somos campeones de América y campeones mundiales. Pero si lo propio hace con la ciencia y la tecnología, por qué no habría de hacer lo mismo con el deporte. No solucionar los problemas y destruir lo que funciona bien no sería lo mejor para el porvenir.
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