PJ-UP: Internas provinciales y en Zona Norte: ¿nuevas sinfonías con viejos músicos o cambio de partitura?
Las diferencias entre la intendenta Mayra Mendoza y su par Jorge Ferraresi reflejan, en gran medida, el comienzo de un nuevo horizonte electoral. Algunos pretenden nuevas sinfonías, otros continuar con partituras tradicionales para finalmente cantar “todos unidos triunfaremos”; ¿Scioli incluido?.
Foto archivo
Por: Tano Armaleo.- Al calor del desconcierto que produce el gobierno del intolerante y autoritario presidente Milei, y sin un Partido Justicialista (nacional y provincial) -lo mismo le cabe a la dirigencia de Unión por la Patria incluida- que logre comprender e interpretar los requerimientos de aquellos a quienes dicen representar, la militancia y dirigencia distrital, en lo que respecta a la Zona Norte, comienza a dar las primeras pinceladas sobre el horizonte, hoy negro. Sin embargo, el olfato peronista parece intuir que, más temprano que tarde, la taba volverá a ponerlos del lado de los que deciden creer que hay vida más allá del ostracismo electoral. Mientras ese horizonte comienza a vislumbrarse muy tibiamente, los pinceles se recargan de tintas. Así queda reflejado en los cruces, muchos los consideran “inentendibles e innecesarios”, entre dirigentes que responden a la agrupación La Cámpora (Cristina Fernández) y los que se ven reflejados en la gestión y conducción de Axel Kicillof. El Frente Renovador de Sergio Massa, por ahora, logra sortear estas estridencias entre dirigentes que tanto fastidian y confunden al ciudadano de a pie que solo quieren vivir dentro de una comunidad organizada que le permita alcanzar sueños básicos como ser, por caso, vivienda digna,salarios también dingos, autos, veraneo, educación de calidad para los hijos, acceso a una buena prestación de salud. Para esto, es indispensable la presencia de un Estado activo y solidario
Si bien el presente tiente el rostro marcado por una profunda recesión y virulencia institucional nunca antes vista en 40 años de democracia, y a un presidente que marca agenda y ejecuta políticas a cualquier precio y contradiciendo todo manual de tradición y convivencia democrática, la dirigencia del PJ-Unión por la Patria no encuentra por dónde subir al escenario para abrir ventanas que ofrezcan un horizonte esperanzador, no sólo a sus votantes sino a no pocos que votaron por Milei y están comenzando a sufrir en carne propia el “castigo a la casta”. Sabido es que nadie abandona el barco si enfrente no tiene, aunque sea, un pequeño bote que le garantice llegar a un mejor puerto.
No pocos peronistas y de UxP consideran que conservan un electorado que ronda el 40%, lo que no es poco decir dentro del actual contexto, por lo tanto concentran energía en consolidar espacios cerrados, por caso La Cámpora, Movimiento Evita, o bien buscar “nuevas sinfonías” como sugirió oportunamente Kicillof.
Quien agarró la flauta para ejecutar una nueva sintonía es el intendente de Avellaneda, Jorge Ferraresi que, todo indica, tiene pretensiones de jugar la gobernación y cuenta, por ahora, con el guiño de Axel Kicillof. Una candidatura que seguramente tendrá rivales internos. Allí están quienes levantan a la intendenta Mayra Mendoza (Quilmes) como candidata a gobernadora a modo de opacar la “sinfonía” que se escucha desde Avellaneda. En el medio de estas naturales contiendas emerge Gabriel Katopodis, figura que tiene la particularidad de sumar votos más allá del peronismo.
Frente a este escenario, en Zona Norte las piezas comenzaron a moverse en el tablero. Esto se vio reflejado cuando días atrás el intendente Jorge Ferraresi desembarcó en San Fernando, donde gobierna el intendente peronista Juan Andreotti, hombre que se referencia en Sergio Massa.
Ferraresi llegó invitado por el concejal Javier Rovegno y sin avisar al jefe comunal. Al acto partidario estaba invitado el peronista Julio Zamora, sin embargo, optó por no concurrir. Una señal que fue leída auspiciosamente en la intimidad de Sergio Massa. “No es momento de adelantar internas cuando la gente reclama otras cosas”, señalaron en los despachos del intendente Zamora.
Mientras esto transcurría, Kicillof era recibido por el Papa. Paralelamente, Juan Pablo “Juampi” Cafiero, ex embajador en el Vaticano, entre otros cargos, y cercando a Bergoglio, junto a no pocos dirigentes de la zona norte, por caso Antonio Carabio, Alejandro Filomeno, Germán Cárrega, Diego Herrera, Nora Forciniti, Sandra Del Río, José “Pepe” Armaleo, Aníbal Arroyo, Fernando Gañete Blasco, Claudio Leveroni y Néstor Bachés, entro otros, dio paso al Centro de Estudios de la Realidad Social y Política “Arturo Sampay”.
De este modo, esta suerte de adelanto de internas dentro del PJ -antes de fin de año deberá elegir autoridades partidarias en la provincia- también se observa en Vicente López de manera muy particular. Para muchos, la particularidad proviene, por caso, en que la presidencia del bloque de concejales recae en Lucas Boyanovsky, hombre de Máximo Kirchner. Un bloque donde conviven dirigentes de La Cámpora, del Movimiento Evita y dirigentes como Marcelo Accinelli, recientemente ungido secretario del bloque y hombre ligado al armado político de Cristina Álvarez Rodríguez, jefa de asesores del Gobierno bonaerense.
No pocos dirigentes y militantes, en este distrito, destilan críticas y hacen referencia sobre la extremadamente débil articulación entre concejales, Unión por la Patria y militancia, y, en particular, en la falta de reacción ante cada obra ejecutada en este distrito por el gobierno provincial que termina siendo presentada como realizada por el municipio.
Esta mirada quedó reflejada al momento de realizarse un encuentro de trabajo donde convergieron dirigentes como Norma Echeverría, Néstor Bachés, Isabel Maggi, Walter “Kato” Oliva, Walter Robles, Carlos Azame, Carolina y Coni Schmukler, José “Pepe” Armaleo, Fernando Gañete Blasco, Claudio Leveroni, Gustavo "Coya" Hidalgo, Luis Puggi y Daniel Podestá, Norma Gonzalía, entre otros, quienes coincidieron en la necesidad de ganar la calle, por un lado, dejando bien en claro todas las obras que realiza el gobierno de Kicillof en el distrito y , además, comenzar a elaborar un programa de gobierno alternativo a partir de articular y actuar con distintos actores de la comunidad local. Desde empresarios Pyme, cámaras de comercio, movimientos sociales, organizaciones barriales y ONG que bregan y luchan por un ambiente sustentable. También quedó flotando, en este primer encuentro, siempre con la intención de enfrentar a esta nueva derecha, la idea de “convocar a otros sectores del pensamiento nacional con el objeto de compartir la construcción y armar una nueva partitura que verdaderamente seduzca y agrade” a una comunidad como la de Vicente López, que no siempre mira con empatía electoral propuestas surgidas del pensamiento justicialista. Aún cuando en este distrito Cristina Fernández logró imponerse en el 2011 en la grilla de presidente; no así sus candidatos locales.
Analizar el peronismo y toda la política que gira en torno a este movimiento nacional, sin comprender que las diferencias internas aparecen cuando no hay conducciones centralizadas, pero, sobre todo, surgen si la dirigencia intuye, olfatea, que a lo lejos un triunfo electoral es posible y terminen, finalmente, cantando “todos unidos triunfaremos”. Tal vez habrá que preguntarse si el “todos unidos” incluye a figuras como Daniel Scioli, por caso.
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