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Milei a un paso de agradecer a Kicillof y Jorge Macri

Ante un franco deterioro socio-económico, que se nota en registros oficiales, en las calles y en comedores, el gobierno nacional se desentiende de estas cuestiones. Además, Nación adeuda billones de pesos a provincia y CABA. Así y todo, ambos gobiernos "salvan" al intolerante, autoritario y agresivo primer mandatario.

Por: Miguel TANO Armaleo-:¿Por qué, en medio de una crisis socio-económica como hacía décadas no se registraba, el malestar social no estalla en la cara del gobierno de los hermanos Milei?. Una pregunta recurrente no sólo en los ámbitos políticos, también en el terreno periodístico y académico. La calle, el ciudadano de a pie, el que sufre y padece en primera persona los tarifazos, la imposibilidad de acceder a todas las comidas para sus hijos, el que no puede viajar con normalidad debido al alto costo de los boletos, el que fue despedido, el que no llega al 15 del mes, también se pregunta: ¿cuándo va a estallar todo?, ¿hasta cuándo la gente se banca tanto daño?. No menos inquietos están los industriales Pymes y el comerciante del barrio que tienen el termómetro de la dramática realidad sobre el mostrador.


El estallido social de 2001, con 37 muertos en las calles en manos del gobierno del radical Fernando de la Rúa, siempre está presente. La bronca popular terminó eyectando al gobierno de la Alianza, considerado el peor de los últimos 40 años. Funcionarios de aquel gobierno hoy ocupan, vaya coincidencia, cargos relevantes en la política y el gobierno nacional.


No obstante aquel recuerdo, sociólogos, politólogos, analistas políticos y medios de comunicación se preguntan ¿Por qué no estalla el malestar social en las calles?, especialmente en el conurbano y en CABA, es decir, la región del AMBA.


Una explicación criteriosa la brindó un cura villero de San Isidro: todavía el Estado provincial asiste y contiene a los sectores más vulnerables. El diagnóstico se compadece con la infinidad de comedores, centros barriales, asistenciales y salas comunitarias que reciben atención del gobierno de Axel Kicillof. No muy distinto sucede con el gobierno de Jorge Macri. La gente es contenida, en este caso, por el Estado provincial y la Ciudad, cada uno con su impronta y particular mirada.


Es decir, si el intolerante, autoritario y agresivo presidente no tiene la Plaza de Mayo repleta de gente que nada tiene que perder, sí todo por ganar a partir de una lucha colectiva y todavía no sale a cuestionarlo, se debe, en gran medida, y fundamentalmente, a la contención de estos Estados y de los movimientos sociales: dos pilares (Estado y Movimientos Sociales) que Milei y la cuestionada y denunciada Ministra Sandra Pettovello intentan destruir.


El pueblo, como quedó demostrado a lo largo del año, no le teme, llegad el caso, a las bravuconadas y balas que Patricia Bullrich dispara sobre quienes intenten manifestarse pacíficamente.


Muy a pesar de que el gobierno nacional le debe en concepto de impuestos, tasas y programas coparticipables más de 5 billones de pesos a la provincia, es decir, a 17 millones de personas, la calma chicha aún continúa en el cnurbano. Continúa por lo que expresó el cura villero: provincia y municipios ponen manos a la obra todos los días para garantizar un plato de comida a más a más de 15 mil personas por dia, tan sólo, en región norte.


En el Registro Nacional de Comedores y Merenderos Comunitarios figuran 44.314; cerca del 40% se encuentran en la región del AMBA.


En medio de esta compleja crisis a la cual llevó el gobierno a millones de personas, PyMes y comercios, la provincia de Buenos Aires realiza malabares para contener y garantizar condiciones objetivas. Así como el sector productivo y comercial es atendido por el gobierno del “comunista-peronista” Kicillof a quien Milei, vale mencionar, tomó como su principal enemigo en el convencimiento de que así se construye más y mejor democracia -¡vaya análisis del anarcocapitalista!-, la provincia también salió a enfrentar la crisis redoblando partidas presupuestarias en áreas sociales.


No es ningún secreto el desprecio que tiene el gobierno de Milei hacia los sectores más empobrecidos. Esto se observa a través de las políticas y recursos que el gobierno destina a tal efecto. En esos 5 billones de pesos que Nación le adeuda a provincia y 1 billón a CABA, respectivamente, hay partidas destinadas a cuestiones sociales.


El Ministro de Desarrollo Social de la provincia, Andrés “Cuervo “ Larroque, denunció recientemente que Nación remitió “una primera cuota de $23 millones de asistencia en materia alimentaria en julio, mientras la provincia está haciendo una inversión anual de $800.000 millones, es "algo que no tiene comparación".


Según el presupuesto vigente, del 100% de la ayuda alimentaria que da el gobierno, esto es un billón setecientos setenta y siete mil millones de pesos, la prestación Alimentar a través de la Tarjeta Alimentar representará el 90% del presupuesto, esto es un billón quinientos ochenta y ocho mil millones de pesos. Otros $47.000 millones estarán destinados a los servicios alimentarios escolares (SAE); 53.000 millones al Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD); casi $80.000 para la compra de alimentos y 14.585 millones a otros programas”.


De acuerdo con lo que contó el titular del ministerio de Desarrollo de la Comunidad bonaerense, se incrementarán en un 25% los fondos de un total de 17 programas, que benefician a 2 millones y medio de niños, niñas y adolescentes en el territorio provincial.


Además, el funcionario recordó que la inversión para poder reajustar los montos alcanza los 67 mil millones de pesos mensuales. Cabe destacar que, entre las prestaciones contempladas, se encuentran el Servicio Alimentario Escolar (SAE) y el programa MESA. "El gobernador nos ha encomendado ser un escudo que proteja a los bonaerenses", expresó Larroque al comenzar su exposición.


Otra clara  muestra de desdén que tiene el gobierno nacional sobre temas sociales es que, en medio de la ola de frío con miles de gente durmiendo en las calles, el ministerio de Pettovello envío 4 frazadas para el gobierno de CABA y cero al de Buenos Aires. Sí, leyó bien.


Frente a este panorama, Javier Milei, El jefe (Karina Milei) y el asesor presidencial y operador mediático (redes sociales) Santiago “Billetera” Caputo, deberían agradecer que la bronca y malestar social no se traslade a las calles. Deberían agradecer a Kicillof, Macri y, fundamentalmente, a esas madres y curas que, junto a movimientos sociales, sostienen comedores barriales y mitigan, junto a dirigentes y punteros políticos barriales ligados al peronismo en gran medida, que la bronca no se convierta en violento descontrol social.

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