Mauricio Macri tuvo que renunciar presionado por propios y extraños

Empresario, macristas y radicales terminaron eyectando al ex presidente.

A pesare de que Mauricio Macri se empeña en presentar su renunciamiento como una jugada audaz y cargada de “generosidad”, y luego de domesticas "su ego" tal cual señalara, y mientras la prensa macrista intenta venderlo como “gran estadista”, o tildar el gesto como “heroico” y de “grandeza política” por el simple hecho de correrse de la candidatura presidencial, la realidad es muy distinta al relato expuesto por la derecha nacional

No sólo las encuestas ubican a Macri en franca desventaja electoral. Así como perdió en el 2019, todos los vectores electorales lo eyectan del podio en el 2023. El otro ingrediente que Mauricio Macri terminó tomando en cuenta para bajarse de la precandidatura, fue la presión de empresarios que consideran que su paso por la función pública “cumplió su ciclo”. De ahí a jubilarlo hay un paso. El “círculo rojo” prefiere ver al ex presidente jugando donde mejor se desempeña: viajando por el mundo o vacacionando por el sur del país.

Además, en no pocos empresarios, especialmente del sector PyME, todavía está fresco el cierre de 26 mil empresas producto de tarifazos y apertura indiscriminada de importaciones. “Mauricio ya fue, a muchos nos jodió, es cierto, perdimos plata y algunos tuvieron que bajar las persianas, ahora estamos mejor, sí; pero que quede muy en claro, no bancamos a los peronistas, me corrijo, a los kirchneristas”, comentaba a Lo Nuestro un importante empresario de la construcción que no se cansa de levantar torres en Vicente López.

Así como el empresariado le bajó el pulgar, desde las arenas políticas sucedió lo mismo. Y no precisamente por la presión de dirigentes como Horacio Larreta, o Patricia Bullrich. El radicalismo, aquel que encabeza el gobernador y actual presidente de la UCR nacional, Gerardo Morales, deslizó, es su momento, que las PASO sería la única manera de dirimir las internas si Macri persistía con el berretín de ser precandidato. Los radicales, a diferencia del macrismo, cuenta con territorialidad en todo el país. El recuerdo de la interna entre Chacho Álvarez y Fernando de la Rúa, aún está presente. Macri, también tomo nota del mensaje.

A pesar de los carpetazos que circulan que, de un modo u otro, expuso la corrupción en el gobierno de Juntos, sumado al complejo andamiaje de espionaje ilegal montado en aquel momento, el ex presidente no pudo ganar la pulseada ante Larreta y Bullrich; sólo doblegó a Vidal.

Ratificando un alto grado de hipocresía, aquellos y aquellas que le juraron lealtad públicamente y lo ponderan como un “gran estadística” o que sería un “buen canciller”, por detrás del telón acompañaron las presiones de empresarios.

Como muestra de que aún resiste la estocada, Mauricio intenta imponer que Jorge Macri termine erigido como el candidato de la unidad en CABA. Una jugada basada en el buen caudal electoral con el que contaría el intendente en uso de licencia de Vicente López.