Massa, con el acompañamiento del presidente y de Cristina, va ganando una pulseada
Especialmente aquella marcada por la escalada de precios, el ordenamiento macroeconómico, la acumulación de reservas en el BCRA, la baja de desmpleo, y record en exportaciones.
En política, los logros nunca son definitivos o permanentes. Desafortunadamente, cada cambio de gobierno suele dejara atrás avances y concreciones que, de una u otra manera, cambian y mejoran la vida de los pueblos. Esto tiene que ver con los dos modelos en pugna. Aquel que reivindica un modelo popular basado en el rol activo y ordenador del estado y el otro, el que cree que los mercados todos los resuelve; neoliberalismo. Por eso, es relevante que los cambios estructurales sean culturales. Es decir, que calen y sean tomados por la población como avance de derechos. En esta saga, es donde la política económica se encuentra marcada por el derrotero políticos. Nunca se gana o vence, en términos políticos y lógicamente económicos, de manera definitiva.
Las pulseadas y puja distributivas son constantes y permanente. Vaya si lo sabe el gobierno del Frente de Todos que, además de lidiar con la presión del modelo neoliberal que intenta imponer Juntos por el Cambio, debe enfrentar la presión de medios de comunicación y de un prostituido Poder Judicial con la Corte Suprema como cabeza de desembarco. Por estas horas, esto se ve claramente reflejado en la avanzada de la Corte al otorgarle el gobierno de Larreta, un beneficio –cercano al privilegio- en términos de coparticipación federal. Una jugada que le impone al gobierno nacional, depositar cerca de 140 mil millones de pesos a la Ciudad de Buenos Aires en desmedro del resto de las provincias.
Por eso, analizar la situación económica sin comprender la puja distributiva y, entender que lo que manda es la política, podría resultar una simplificación no siempre adecuada. En estos terrenos, también la pulseada son constantes y permanentes. Aun cuando se cree que se doblegó al otro modelo, o si se prefiere a los mercados, estos siempre están e intentan regresar por en busca de lo que estos consideran, absurdamente, le arrebató el populismo estatal.
En estos terrenos, el Ministro Sergio Massa, con pleno acompañamiento de Alberto Fernández y fundamentalmente de Cristina Fernández, es donde viene dando una interesante pelea para acomodar y ordenar la macroeconomía. El otro peldaño será alinear precios con salarios dignos. Y, sobre todo resolver un gran problema estructural del país: la pobreza.
Por lo pronto, los números, los índices oficiales y privados le están dando al tigrense luz verde dentro de esta compleja carrera.
En cuatro meses al frente del Palacio de Hacienda, logró revertir algunos índices que ponían en aprietos a la macroeconomía, pero todavía debe enfrentar varios desafíos para el 2023 para consolidar los resultados obtenidos.
Luego del sacudón que significó para el Gobierno la renuncia de Martín Guzmán y el breve interinato de Silvina Batakis, el líder del Frente Renovador pudo anotarse una serie de exitosas medidas que permitieron revertir un espiral peligroso para el futuro inmediato del país.
Su equipo económico celebró que la inflación bajó un 35% de agosto a noviembre, pasando de 7,4% a 4,9% mensual.
En lo que respecta a la recuperación del ingreso, fuentes del Ministerio de Economía destacaron que se registró una recuperación del 2,9% en los últimos 4 meses, mientras que señalaron que la actividad económica de agosto a octubre creció 1,1% más que en los tres meses previos. Así para el 2022 se espera un crecimiento del PBI mayor al 5%.
Otro punto no menor ha sido la acumulación de reservas en el Banco Central. Al referirse al fortalecimiento de reservas, allegados al tigrense subrayaron que hubo un incremento de US$ 6.500 millones de agosto a diciembre: mientras en julio las brutas eran US$ 38.200 millones y US$ 2.100 millones las netas, se estima que el año cerró con US$ 44.200 millones y US$ 8.600 millones, respectivamente.
Además, las inversiones registraron en el último trimestre de 2022 un aumento del 43,7% respecto al mismo período de 2019, así como la actividad industrial creció de enero a octubre un 11,5% respecto al mismo período del 2019, posicionándose como segunda en el ranking de países con mayor crecimiento. De junio a octubre la actividad industrial alcanzó su valor máximo en 5 años.
El Ministerio de Economía también remarcó que hubo un récord histórico de desembolsos por un total de US$ 5.023 millones en el 2022, el más alto desde 2003: el BID, Banco Mundial (BIRF) y CAF fueron las principales fuentes de financiamiento.
También se registró un flujo neto positivo de US$ 1.966 millones durante el 2022, el más alto en 26 años.
Se cumplieron las metas fijadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Economía logró la aprobación de dos revisiones, con cumplimiento de metas de reservas y el 2,5% fe déficit primario.
Acerca de la renovación de la deuda en pesos, en el entorno de Massa indicaron que hubo financiamiento neto mensual cercano a $700.000 millones, que implicó un roll over de 247% en el mes. En la última licitación del año se alcanzó tasa de refinanciamiento del 521%.
Durante el 2022 se registró un récord histórico de US$ 82.293 millones en lo que hace a las exportaciones: de septiembre a noviembre hubo un aumento del 8,6% respecto a igual período 2021 y un aumento del 27,8% respecto a igual período 2019. El superávit comercial de septiembre a noviembre fue de US$ 3.600 millones.
El crecimiento del empleo fue otro de los puntos destacados por el Palacio de Hacienda al hacer el balance como cierre del 2022: acumulan más de 28 meses de crecimiento o sostenimiento del nivel de empleo, 21 meses consecutivos de crecimiento del empleo formal privado y 14 meses de crecimiento intermensual consecutivo. En ese sentido, hay 79.00 nuevos empleos en la industria desde 2019.
Durante este año también se concretó la reprogramación de la deuda con el Club de París por US$ 1.972 millones, así como desde la asunción de Massa como ministro de Economía la brecha del dólar Contado con Liquidación (CCL) pasó de casi 160% a 90%.
De cara al 2023, año que estará marcado por la campaña electoral, los desafíos del ministro de Economía se centran en tres ejes: la baja de la inflación, seguir sumando reservas de libre disponibilidad, mantener el orden fiscal y bajar la tasa de interés para el crédito de la gente.
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