Masacre de la Cárcova: Fernando Moreira ratificó rechazo contra todo tipo de violencia institucional
Acompañó la misa que recuerda los sucesos que derivaron en el asesinato de Mauricio y Franco perpetrados por fuerzas policiales.

“Como cada año, volvimos a recordar a Mauricio y Franco, a 14 años de la Masacre de Cárcova”, comentó el intendente Fernando Moreira tras participar de la misa celebrada en la catedral de San Martín en homenaje a los dos jóvenes asesinados por fuerzas policiales.
Una celebración que contó con la presencia del padre Andrés de la comunidad Don Bosco de Cárcova, la Pastoral Social, instituciones y organizaciones barriales.
“Fue una manera de homenajearlos y seguir exigiendo justicia. La violencia institucional no puede tener más lugar en nuestra sociedad”, detalló el jefe comunal mostrando una clara diferenciación con la impronta desplegada por el gobierno nacional que ha hecho de la intolerancia y autoritarismo una preocupante herramienta para orquestar violencia institucional como nunca antes en 40 años de democracia se haya visto. Y más alarmante resulta observar el grado de naturalización que se le otorga a cada frase, cada diatriba y cada agresión profesadas desde las más altas esferas del gobierno. Si hasta los responsables institucionales de comunidades como la judía terminan avalando el autoritarismo y la intolerancia institucional que se traduce en violencia institucional.
Acerca de la Masacre
Por: Gaspar Grieco.- .-El 3 de febrero de 2011 una represión policial en el barrio La Cárcova de José León Suárez terminó con los asesinatos de Franco Almirón y Mauricio Ramos, de 16 y 17 años, y dejó gravemente herido a Joaquín Romero, quien logró sobrevivir. Ese día, un tren de carga descarriló en el barrio. Cuando los tres jóvenes intentaron recoger mercadería junto a sus vecinos, los efectivos de la Policía Bonaerense los reprimieron con balas de plomo y goma y gases lacrimógenos.
Por el hecho, el subteniente Gustavo Vega fue condenado en 2014 a 7 años de prisión al ser identificado como el agresor de Joaquín Romero. Sin embargo, el oficial Sebastián Rey, principal sospechoso de los homicidios, resultó absuelto “por beneficio de la duda”.

Las sentencias fueron inmediatamente apeladas por los abogados de las familias y un año después la Sala I del Tribunal de Casación Penal de la Provincia recalificó la condena a Vega de tentativa de homicidio simple a calificado y le indicó al tribunal del juicio que debía ajustar la pena, que finalmente fue elevada a 15 años y 6 meses de prisión. También anuló la absolución de Rey y ordenó realizar un nuevo juicio para determinar su responsabilidad.
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