Lanús les echó las cartas a los gitanos

Por no tener habilitación municipal, el municipio clausuró varios locales de chatarra.

Mientras la crisis sacude a millones de personas, 34.000 kioscos debieron cerrar según confían desde el sector,10 mil Pymes bajaron las persianas, el consumo de carne, que revela condiciones de vida, cayó a niveles como no se registraban hace 30 años, y los despidos alcanzaron a 230.000 personas, en medio de esta compleja situación, la informalidad laboral y comercial se convierte en un canal de ingresos directo para miles de familias. Dentro de tanta necesidad y desesperación no falta quienes usufructúan de actividades rayanas a la ilegalidad poniendo de excusa la crisis. En este segmento se ubican evasores fiscales, fugadores y lavadores de dinero que, por estas horas, festejan el blanqueo dispuesto por Milei.

Disquisiciones de lado, el Municipio de San Isidro ha encarado una serie de operativos en diversas propiedades que realizaban actividades relacionadas a la chatarrería sin la habilitación correspondiente. Un rubro generalmente manejado por la comunidad gitana, al igual que la compra-venta de automóviles usados.

Durante un operativo de inspección, los inspectores dieron con “nueve locales con irregularidades”. “Se busca combatir la venta ilegal y cuidar el medio ambiente, previniendo la propagación de enfermedades”, explicaron desde la administración municipal.

De acuerdo con lo explicado por los funcionarios municipales, las tareas que se realizan a través de la Subsecretaría de Fiscalización y Control, tienen como objetivo “regularizar propiedades sin habilitación municipal; evitar el robo y la posterior venta ilegal de cobre y cable; y cuidar el medio ambiente y la salud de la comunidad, ya que estas actividades propician la falta de higiene y la aparición de plagas, vectores, dengue y otros peligros para el entorno urbano”.

Entre los comercios clausurados se ubican los siguientes: Olazábal 2451, Boulogne; Asamblea 2489, Boulogne; Newbery 1944, Béccar; C. Rivadavia 2451 y 2544, Boulogne; Anchorena 2491, Boulogne; Los Ceibos 562, Villa Adelina; Luis María Drago 423, Villa Adelina; Av. Camino Real Morón 423, Boulogne. En esos lugares se detectaron irregularidades como acopio de metales, actividad de chatarrería, ocupación de vía pública sin autorización, compra y venta de chatarra; por lo que en todos los casos se procedió a la clausura de los lugares.