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La sanción a Los Pumas discriminadores duró dos días

La moda de cancelar: Cuando los propios internautas muestran los archivos de los famosos en redes sociales con posteos de mal gusto. Esto sucedió con tres jugadores de rugby que fueron sancionados por la UAR y que 48 horas después se las levantaron

La “cancel culture” comienza en twitter y es retirarle la atención a alguien con cuya expresión simpatizaba pero por alguna razón ya no. En general es sobre alguna celebridad. Como retirar la atención solamente no daba los resultados esperados, los internautas, si están indignados, buscaron visibilizar las causas por lo que los cancelaron recurriendo a viejos mensajes. Comentarios racistas, sexistas, chistes de mal gusto o acusaciones de violación, son algunos de los motivos más comunes por los que cancelan a las celebridades. Es también simpatizar con aquellas personas que sufrieron por las manifestaciones ofensivas de las celebridades y mostrar dichas manifestaciones hasta que la comunidad internauta y/o mediática logre hacer justicia o que la celebridad en cuestión se arrepienta (a veces sólo porque pierde ingresos y seguidores en las redes) Un ejemplo serían los casos de abuso sexual de Harvey Weinstein. Al productor de cine lo acusaron de acoso, agresión sexual y violación más de 80 mujeres del mundo del entretenimiento, bajo la etiqueta #MeToo. Weinstein fue juzgado por las acusaciones de abuso sexual.

El escándalo le dio la vuelta al mundo, con millones de personas "cancelando" al productor y pidiendo justicia. ¿El resultado? Su compañía, The Weinstein Company, cayó en bancarrota, lo expulsaron de la Academia de Artes y Ciencias Cinematográficas, y ahora deberá cumplir 23 años en prisión.

También se destaca el caso del actor Kevin Spacey, quien, tras destaparse la noticia que acosaba a trabajadores en los rodajes, lo expulsaron de la serie que protagonizaba, House of Cards. Sin embargo, aunque en algunos casos la presión social logra que se haga algún tipo de justicia, muchas celebridades continúan impunes. Buscar y mostrar el archivo de lo que las propias celebridades escriben en sus redes y hacer que muchos que, en esos momentos no seguían a ese famoso, vean lo expresado oportunamente, ya que ahora tiene mayor cuidado de su imagen. En la Argentina tomó trascendencia en los últimos días dada que dicha metodología parece haber sido utilizada con el capitán del seleccionado argentino de rugby, Pablo Matera y con los jugadores Guido Petti y Santiago Socino al darse a conocer desagradables mensajes xenófobos, racistas y profundamente discriminadores.

En el caso de Matera dejó mucho que desear su pedido de disculpas. La mayoría de los twits del capitán de Los Pumas fueron escritos hace ocho y nueve años cuando formaba parte del equipo juvenil Los Pumitas. "Pasé momentos más duros. Estoy muy avergonzado. Disculp


as a todos los que salieron ofendidos por las barbaridades que escribí. En ese momento no imaginaba en quién me iba a convertir. Hoy me toca hacerme cargo de lo que dije hace nueve años. Perdón también a mi equipo y a mi familia por el momento que están pasando por mis acciones y gracias a la gente que me quiere por su apoyo", escribió Matera, en referencia a los tuits que se viralizaron. Parece que no se arrepiente de lo que escribió, sino que se haya viralizado tanto por ahora ser el capitán de Los Pumas.

Ahora, tanto Petti como Socino y Matera habían sido sancionados por los dirigentes del rugby nacional. ¿No tendría que hacer una autocrítica también la dirigencia? ¿La dirigencia no tendría que hacer un seguimiento de lo que postean, por lo menos, los jugadores que integran los seleccionados? Las sanciones que la dirigencia le impuso a los jugadores parecían más una postura de ponerse del lado de la crítica, eludiendo cualquier tipo de responsabilidad. Pero como si eso no fuera poco, a 48 horas de haber dispuesto de la sanción, la Unión Argentina de Rugby (UAR) les levantó las sanciones a los jugadores, al recibir presiones de Los Pumas y de parte del mundo de ese deporte que parece estar más de acuerdo con la discriminación expresada en los viejos posteos de los jugadores antes mencionados que con los valores que dicen que expresan dicho deporte.

Lo sucedido y la moda de “cancelar”, puede servir para que se baje el nivel de agresividad que muestran las redes sociales y para que prime la sensatez sobre la irracionalidad. Muchos de los que atacan desde sus cuentas de redes sociales se escudan en la libertad de expresión individual, pero ¿Dónde queda el respeto y la responsabilidad colectiva? Tras los hechos mencionados de los rugbiers se conocieron viejos twits que dejan mal parado a varios famosos, entre ellos al conductor televisivo Marley, Migue Granados (el hijo de Pablo Granados) y la influencer Nati Jota. Cada uno de ellos buscaron defenderse de distintas formas. Muchos están intentando descalificar el “cancelar” y cuestionan la metodología, en lugar de hacerlo con el contenido discriminatorio de los mensajes y a sus autores.

Probablemente estemos ante un nuevo desafío que las redes le presentan a la sociedad en general, y a los internautas en particular. Lamentablemente no es una cuestión cultural y de buena convivencia, sino de intereses individuales y cuidar la propia imagen.


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