La codicia de deportistas no tiene límites, hacen la "Gran Mauricio"
Producto del esfuerzo individual y resultados colectivos, amasan fortunas. Sin embargo, a la hora de tributar hacen “La Gran Mauricio”: arman empresa fantasmas en guaridas fiscales para eludir tributos, cuando no, directamente estafar al fisco.

Si un mono acumulase más bananas de las que puede comer mientras otros monos mueren de hambre, los científicos estudiarían al acumulador para descubrir qué demonios sucede con él. Cuando los humanos hacen lo mismo, los colocamos en la tapa de Forbes”. Emir Sader (sociólogo brasileño).
Por: Fernando Gañete Blasco.- ¿Qué lleva a una persona a acumular una cantidad de dinero que ni sus nietos podrán gastar y defender esa postura hasta el punto de convertirse en un delincuente al no pagar los impuestos que corresponden? ¿Y qué moviliza a una persona de bajos ingresos a defender a ese codicioso que lo perjudica al no tributar lo que luego se tendría que repartir entre la comunidad? Estas son preguntas que es difícil responder desde la sensatez y el sentido COMÚN.
La evasión la practican algunos empresarios, políticos, jueces y hoy hasta deportistas, que antiguamente eran referentes del juego limpio, la buena imagen y comportamiento. Los mejores y Futbolistas de la talla de Neymar, Cristianos Ronaldo y hasta el propio Lionel Messi, quienes han superado los U$S1.000 millones en ingresos fueron condenados por la justicia española por evasión fiscal. Pero esta costumbre de no pagar lo que les corresponde entre los deportistas es de larga data.
Un país que tuvo a muchos futbolistas desfilando por los tribunales por no cumplir con sus compromisos fiscales fue España. Allí, desde la década del 90, cuando la liga de ese país tomó una gran envergadura económica y llegaron los capitales de magnates de todo el mundo a comprar equipos. Hacienda de ese país detectaban una forma de “elusión” fiscal que, al demostrar que era una estrategia adrede, se transformaba en evasión. Para sintetizar, los jugadores cedían sus derechos de imagen, pero estos estaban supuestamente “cedidos” a empresas constituidas en paraísos fiscales y, en muchos casos, los titulares de esas sociedades eran los propios futbolistas o familiares de estos. De esta manera no tributaban en España. Esta era la metodología más común. En muchos casos, también hubo dirigentes de los equipos de fútbol que también estaban implicados en causas de evasión. Todos millonarios.
Días atrás la justicia española falló contra otro evasor, el exfutbolista del Barcelona, Samuel Eto´o quien reconoció cuatro fraudes por un total de 3,8 millones de euros a Hacienda por sus derechos de imagen entre 2006 y 2009. Por este motivo el Juzgado Penal 11 de Barcelona lo sentenció a pagar una multa de 1,8 millones de euros y una pena de prisión de 22 meses, que evitará la cárcel al pagar una indemnización de 3,8 millones de euros a Hacienda.
Un detalle, a fin de año en España se da a conocer un listado de evasores de impuestos. De llevarse a cabo eso, en nuestro país, generaría las más variadas críticas de los millonarios argentinos que utilizarían a los medios de comunicación para convencer a los que cumplen y no tienen fortunas a que defiendan a los codiciosos que fugan dinero y evaden impuestos.
Los que arengan a que se cobren menos impuestos en la Argentina, son los mismos que pretenden achicar el Estado y que -paradójicamente- critican la falta de seguridad, la mala calidad de la salud y educación pública y lo cara de la salud o educación privada. Es una incoherencia plantear bajar la recaudación y pedir excelencia sin presupuesto. O pretender que si el Estado baja la calidad o se ausenta, que los privados no aprovechen a manejar ese mercado a piacere. Pero esas y muchas cosas más hacen los medios de comunicación.
Esto no es potestad de nuestro país, ocurre en el mundo, si bien es una lucha que a medida que logran empobrecer a un país, consiguen que el Estado se debilite y los poderes económicos presionan más para seguir concentrando su riqueza. Para ello necesitan que no haya una condena social. Esto lo logran convenciendo a la población que la responsabilidad de sus padecimientos es del Estado (o de la política) y no de quienes se niegan a un mejor reparto de la riqueza al negarse a pagar impuestos.
Para ello usan la imagen de los deportistas y artistas evasores. Así fue como, mediante los medios afines a los poderes económicos concentrados en España hablaban que “Hacienda dejó al país sin ídolos como Ronaldo y Messi que se fueron por la presión tributaria que ejercieron”. Poco hablan de que ganaron más de U$S1.000 millones cada uno y que el intento de eludir unos millones (el portugués pagó 19 millones de euros de multa y el argentino 4,1 millones de la misma moneda).
La lista de futbolistas que tuvieron que pagar multas por evasión y, en algunos casos, un extra para no ir a prisión en España es larga. Desde los recién mencionados pasando por Neymar, Diego Costa, Gerard Piqué, Falcao, Luka Modric, Marcelo, Iker Casillas, Adriano, Alexis Sánchez, Dani Alves, así como entre los argentinos también figuran Mascherano, Di María y hasta el propio Juan Román Riquelme. Solo por citar algunos jugadores que sumaron unos cuantos centenares de millones de euros. Cierto que contaban con la complicidad de dirigentes (como Sandro Russell ex presidente de Barcelona) que también fueron sancionados por Hacienda y representantes (como el más importante del mundo, el portugués Jorge Mendes quien gana más de 85 millones de euros anuales según la revista Forbes).
En nuestro país ese mismo sector de la sociedad amante de la concentración de la riqueza y que busca que los millonarios sigan agrandando sus fortunas a costa de una clase baja y una clase media que -a veces los defiende- usan a algunos ídolos del fútbol que se niegan a pagar, y judicializaron, el Aporte Solidario y Extraordinario de las grandes fortunas para paliar las consecuencias de la pandemia. Claro que no todos los futbolistas alcanzados por esa medida se negaron a pagar. Fueron más los que la abonaron que los que se opusieron. Pero, se conocen más los que la rechazaron, en gran medida con amistades (e intereses) con ex funcionarios de Juntos. Es el caso de Carlos Tevez y Gabriel Batistuta.
Este último, a quien los medios además los utilizan como imagen de la “gente del campo”, cuando en realidad se habla de los grandes terratenientes, tiene un serio problema con el fisco argentino. Días atrás la AFIP le inició un juicio de ejecución fiscal a Gabriel Omar Batistuta, por una deuda de $3.853.341.- más 15% por intereses y costas del juicio (+$578.001.-), y consiguió que el juez federal de Reconquista ordene el correspondiente embargo por un total de $4.431.342.-, y subsidiariamente disponga la inhibición general de bienes del ex goleador, quien -según el ente recaudador- demoró unos pagos correspondientes al ejercicio 2021.
También aparece una importante cantidad de futbolistas argentinos cada vez que se dan a conocer cuentas off shore o empresas en paraísos fiscales. Cierto es que, a diferencia de los empresarios, jueces y exfuncionarios políticos de nuestro país que figuran en los Panamá Papers o Pandora Papers, los deportistas ese dinero lo ganaron en el exterior, por lo que no son fugadores de dinero producido en el país.
Cuando de chicos jugábamos al fútbol y alguno era egoísta se le decía: “No seas ´morfón´, pasá la pelota”. Ya de adolescentes, los entrenadores buscan que se juegue en equipo y que cada futbolista sea solidario con sus compañeros, ya que de esa manera es más efectivo para todos y para lograr mejores resultados. Esto lo llevan a la práctica los grandes jugadores del mundo para obtener éxitos. Quizá haya que entender que eso se puede llevar a la práctica en la vida misma y que la pelota es la fortuna, “No sean ´morfones´, pásenla”; “Jueguen en equipo y sean solidarios, por el bien de todos y para obtener mejores resultados como país”.
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