Jujuy: mientras denuncian torturas y represión, Morales acusa al oficialismo

Hizo pública una carta acusando al oficialismo de instigar a la población. La iglesia intervino pidiendo responsabilidad institucional y que "suspendan la nueva Constitución".

Fuerzas parapoliciales ingresaron a la casa de Camilla Muller quien fue brutalmente gopleada por el hecho de reclamar pacificamente en las calles de Jujuy.

Haciendo culto al doble discurso con el que suelen conducirse no pocos dirigentes Juntos por el Cambio, y mientras se conocen datos escalofriantes de torturas (ampliar nota en https://www.pagina12.com.ar/569618-el-brutal-ataque-a-camila-muller-en-primera-persona ) y de una dura represión en Jujuy, que lleva varias semanas al punto tal que la iglesia, organismos internacionales de Derechos Humanos (OEA, ONU), y un amplio abanico social y político han pedido que el gobierno provincial cese con semejante atropello institucional que “atenta contra Derechos Constitucionales”, frente a todo esto, el gobernador Gerardo Morales publicó este jueves 20 de julio una carta abierta donde expresa su visión sobre “una nueva problemática que debemos solucionar quienes aspiramos a vivir en una sociedad democrática, libre y plural, con plena vigencia del Estado de Derecho”.

Morales, precandidato a vicepresidente de Horacio Larreta, pone el foco sobre “sectores violentos organizados a través de distintos grupos que, disfrazados de organizaciones intermedias de la sociedad, son financiadas con recursos públicos y tienen como finalidad la presión sobre el sistema para obtener cada vez más fondos sin cumplir ningún estándar de transparencia ni rendición de cuentas sobre el manejo de los mismos”.

Esquivando hacer hincapié en la delicada situación que padece un amplio sector de la población de Jujuy a partir de la sanción de una nueva Constitución provincial, que cercena y se contrapone a derechos fijados en la Constitución Nacional, Morales vuelve con el relato de que las manifestaciones son orquestadas desde el gobierno nacional.

Al mejor estilo de la senadora santafecina Carolina Lozada quien acuso a su rival Maximiliano Pullaro de estar financiado por el narcotráfico de Rosario, dicho esto sin aportar ninguna prueba y ante el silencio cómplice de los máximos popes de JxC, Morales asegura que el malestar de la población jujeña “se efectúa al amparo del gobierno nacional del Frente de Todos, que pone como condición para esa entrega de fondos públicos el permanente apoyo a su favor o la persecución y hostigamiento a sus adversarios políticos (según convenga), además de perseguir y violentar a los grupos y minorías que no se suman a las acciones políticas definidas por sus cúpulas”.

La perversión de ese accionar es más grande aún, plantea el gobernador, porque esos grupos “lo hacen a sabiendas de que su gobierno es el responsable de una inflación del 140% anual, que ha empujado a millones de argentinos a la pobreza”-

“Mientras algunas organizaciones sindicales como la CTA, CTERA y SUTEBA entregan a sus trabajadores, de acuerdo con lo que surge de las últimas paritarias, las llamadas organizaciones sociales kirchneristas llenan las calles de la Ciudad de Buenos Aires y de todo el país”.

“Insólitamente, no reclaman el fin de la inflación, ni tampoco un acuerdo económico y social, sino que buscan alterar la paz y el orden intentando estigmatizar a los dirigentes de la oposición como los responsables de los males que sufren los argentinos y argentinas”, expresa el gobernador, y afirma: “Prueba de ello es la escena que el kirchnerismo y su mano de obra barata, la extrema izquierda, han intentado montar en la provincia de Jujuy”

En ese marco Morales reitera la utilización que se realizó del conflicto real del salario de los docentes jujeños, haciendo caso omiso que ese reclamo es consecuencia del deterioro del salario real como consecuencia, justamente, de la inflación del 140% por la irresponsabilidad del gobierno.

“Lo que buscan es condicionar a la democracia y a las autoridades legítimamente constituidas, plantea, y profundiza: Ha nacido una nueva e insólita intención de organizar las sociedades: “La Dictadura de las Minorías”, concluye el escrito de Morales.