En un distrito con memoria débil, un mural en la plazoleta de la Memoria

El trabajo refleja la naturaleza. Al igual que otros municipios, Vicente López está en deuda con los vecinos desaparecidos por la última dictadura

Con el objeto de dotar al espacio público de una estética urbana amigable con la cultura y naturaleza, el municipio de Vicente López mientras avanza permitiendo grandes torres de cemento es lugares vedados acaba de inaugurar un nuevo mural, “Aproximaciones”, ubicado en la plazoleta de la Memoria, situada en las calles Esteban Echeverría y Guillermo White en el barrio de Munro. La realización artística corresponde al artista Francisco Ferreyra.

Según cuenta el artista, para hacer este mural se inspiró en la cercanía con el río y las características y formatos del espacio a intervenir. El mismo plantea representar las orientaciones o puntos cardinales con una progresión del sol y las distintas fases de la luna, en un diseño de formas orgánicas y aplicando una escala de variación cromática.

De este modo, la plazoleta de la Memoria honra la naturaleza en un distrito en que la memoria sobre los cerca 300 de detenidos y desaparecidos generados por la última dictadura cívico-militar que vivían en Vicente López, lo cierto es que esta parte de la historia no está reflejada en las calles y plazas públicas. Si bien durante 24 años gobernó el intendente Enrique “Japonés” García con el acompañamiento de importantes sectores del peronismo, lo cierto es que nada se hizo para honrar la memoria de los desaparecidos. Vicente López no tiene un espacio público que nos recuerde. Aquella dirigencia peronista, con diputados y funcionarios de renombre viviendo el distrito, nada hizo al respecto. La realidad de la actual dirigencia, mucha de ellas sentada en el HCD y en las instituciones nacionales y provinciales, tampoco parecen detenerse en hacer cultura; hacer camino al andar.

Y, difícilmente, un intendente como Jorge Macri vaya a comprometerse en estas cuestiones que hacen a la historia nacional, y local.

Francisco Ferreyra desarrolla su obra en diversos lenguajes plásticos como la gráfica contemporánea y las intervenciones urbanas con un sello propio, en el que conviven la influencia de sus raíces japonesas y la cultura latinoamericana.