El pragmatismo peronista de Massa llegó a Qatar

Obtuvo financiamiento de aquel país para pagar deuda contraída por el gobierno de Juntos con el FMI

Massa en camapña electoral

Mediante un Decreto de Necesidad y Urgencia, firmado hace instantes por el Presidente de la Nación y ante la urgencia que impone el FMI producto del acuerdo sellado con el gobierno de Juntos, se dispuso aprobar “el Modelo de Acuerdo de Facilidad a celebrarse entre la REPÚBLICA ARGENTINA y el ESTADO DE CATAR, en idioma inglés, con su respectiva traducción al idioma español, que como ANEXOS I y II (IF-2023-90132234-APN-SLYA#MEC e IF-2023-90147146-APN-SLYA#MEC, respectivamente), forman parte integrante del presente decreto”.

La deuda se tomó a una tasa del 4, 4 %, muy por debajo de lo que cobran organismos internacionales al país.

Son fondos -cerca de 700 millones de dólares- de los denominados Derechos Especiales de Giro (DEG) que todo país, vinculado con el usurero internacional (FMI), tiene a modo de financiamiento mientras aguarda líneas de créditos. Los DEG de Argentina están agotados.

De este modo, Sergio Massa logra pasar la gorra a nivel mundial con el objeto de pagar el vencimiento que tiene Argentina con el organismo internacional. Una medida que le permite al país pagar cerca de 2500 millones de dólares al FMI.

Esto se da dentro de un complejo contexto nacional e internacional, signado por la pandemia y la guerra entre Rusia y Ucrania que puso al mundo en una marcada senda inflacionaria. La situación se vio agravada en el país, por yerro propios y una sequía que deja al país sin ingresos de dólares, más de 20 mil millones. A esto se le debe sumar la “ruinosa” e “ilegitima “, así fue definida internacional y judicialmente, la deuda contraía por el gobierno de Juntos con el FMI.

Lo cierto es que Sergio Massa, con su pragmatismo muy peronista a cuesta, logra este tipo de acuerdo que evita que la bomba, implantada por el anterior gobierno y ciertos errores más recientes, explote. Y, sobre todo, llegar a un 2024 momento en que el sector energentico promete inyectar más de 7000 millones de dólares (gasoducto Néstor Kirchner, por caso), del mismo modo que el sector agropecuario que, todo indica, presenta un horizonte alentador.