El “Pato” Galmarini no está solo, recuerda y asegura que “la pelota y la historia no se manchan”
El dirigente envió una Carta Abierta al presidente Milei y a Daniel Scioli por pretender borrar la historia escrita y labrada en el CENARD
Al igual que lo materializado por la asesina "Revolución Libertadora", en la actualidad manos libertarias taparon el frontispicio
Fernando “Pato” Galmarini, apasionando militante peronista, ex Secretario de Deportes de la Nación bajo el gobierno de Carlos Menem, ex legislador y buen diestro en las canchas de fútbol y, sobre todo, padre de una familia plagada de militancia y pasión deportiva, no “podía ni quería” dejar pasar por alto lo que considera que Milei y Daniel Scioli, actual Secretario de Deportes, incurren, evidentemente, de manera ex profesa: “manchar el deporte y, fundamentalmente, la historia”.
A días de la gran fiesta mundial deportiva, las Olimpiadas a celebrarse en Francia, y cuando las delegaciones argentinas fueron objeto de serios recortes presupuestarios y destrato por parte del gobierno nacional, al punto que deportistas de la talla como Paula Pareto renunció a la beca nacional deportiva en señal de repudio por las actuales políticas oficiales, Galmarini puso la mirada en el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). Otro gesto de repudio a la nimia política deportiva oficial, fue el gesto de la abanderada paraolímpica, Constanza Garrone, que difundió un video en la que se lavó las manos luego de saludar al presidente de la Nación.
Lo hizo a través de una Carta Abierta dirigida al presidente y al saltimbanqui Scioli.
Texto Completo
Por: Fernando "Pato" Galmarini
El 8 de diciembre de 1992 quedó inaugurado el Centro Nacional de Alto Rendimiento Deportivo (Cenard). Esta obra que iniciamos a los pocos días de haber comenzado nuestra gestión, el 8 de julio de 1989 y cuyo presidente, el Dr. Carlos Menem, acompañó, impulsó e inauguró la obra, dejando entonces plasmado en ese lugar histórico del deporte nacional un nuevo intento de poner al deporte argentino en lo más alto que pudieran nuestros deportistas, quienes volvían a tener en esas tierras un lugar que requerían tras décadas sin políticas deportivas.
Debemos recordar este lugar tras el paso de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES) que naciera allí en los momentos más importantes de la historia de nuestro deporte de la mano del general Juan Domingo Perón, al inicio de su primera presidencia el 4 de junio de 1946. Mientras se levantaban paredes, se incorporaban nuevos edificios y se modificaban instalaciones, nunca dejamos de tener presente el legado de Perón. Por eso es que, en lo alto del frente del edificio central, donde en la planta baja funciona el teatro que recuerda con su nombre el paso de Evita por la cultura nacional, trabajadores de la construcción colgados de silletas destaparon el nombre de Juan Domingo Perón con el que se recordaba el auditorio que tuvo su antecedente inmediato en cuanto a calidad y sonido, según los entendidos, al Teatro Colón.
El tiempo que llevó dejar a la vista el nombre del general Perón, fueron varios días de trabajo: había sido tapado con cal y cemento en las épocas de la Revolución Libertadora que encabezaron el general Pedro E. Aramburu, el almirante Isaac Rojas y otros gobiernos militares y civiles que tampoco recordaron la importancia que tiene el deporte y el arte como parte sustancial de nuestra cultura nacional.
Pasó el tiempo donde no siempre el deporte estuvo acompañando a nuestros deportistas de alto rendimiento y a nuestros jóvenes en el inicio sustantivo que implica la práctica deportiva. Pero cuando pensábamos que esta disciplina formadora de una mejor sociedad, como es la que propone la diversidad deportiva y artística, otra vez como en septiembre de 1955, tu gobierno Milei, reaparece olvidando a la niñez y juventud argentina recortando el presupuesto de los Torneos Evita, de nuestros hombres y mujeres que nos representarán en los Juegos Olímpicos de París 2024 y como aquellos del ’55, borrando el nombre de Juan Domingo Perón del lugar que ocupaba en el Cenard.
Se equivocan Milei y Scioli, porque el peronismo volverá y, otra vez, los gobiernos nacionales y populares que vengan recordarán a Perón y también a Evita en el teatro de nuestro Centro de Alto Rendimiento Deportivo, como también en cada lugar de la Patria de los argentinos.
Entiendo Milei que para vos y todo tu gobierno, hablar de la Escuela de Vida que para Juan Perón y el peronismo significa el deporte, desde el alto rendimiento y los campeones que Argentina pudo mostrarle al mundo, salidos todos desde nuestros clubes, desde los más importantes hasta del más pequeño de nuestro barrio, alejado de los grandes centros deportivos y culturales, no tiene ninguna importancia.
Tampoco lo tuvo entregar comida almacenada -proveniente del gobierno anterior- a quienes ya no tienen para comer ni para medicamentos. No tenés y no tienen ninguno de los que te acompañan, un cachito de cariño por quienes la pasan mal y necesitan una mano, pero sí sabés que la Argentina será de todos y sólo así nuestro pueblo será feliz.
Te recuerdo que los hombres y mujeres de nuestro pueblo, cuando agotan su paciencia, suelen hacer y tronar su escarmiento, como lo señaló el Gral. Perón, el tres veces presidente de la Nación Argentina.
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