El HCD de Vicente López practica la Censura Selectiva
Medios como Lo Nuestro y Tribuna Abierta son retirados de la mesa de entrada y arrojados a la basura por decisión suprema
Por. Tano Armaleo.- Es una actitud vil, maliciosa, despreciable; reñida contra todo espíritu de respeto y tolerancia; totalmente alejado de un natural y virtuoso espíritu democrático. Lisa y llanamente es CENSURA. No cabe otra definición para calificar la actitud practicada en el Concejo Deliberante de Vicente López sobre los diarios Lo Nuestro ((45 años de vigencia) y Tribuna Abierta (24 años), respectivamente.
Cada vez que dichos medios de comunicación, de distribución libre y gratuita para toda la zona norte, son dejados en la mesa de entrada del Concejo Deliberante, a los pocos minutos son arrojados, literalmente, a la basura. Lo extraño es que, en esa Mesa de Entrada figuran todos los medios de prensa regionales. Por lo tanto, la discriminación está direccionada claramente a los diarios Lo Nuestro y Tribuna Abierta.
Advertida de la espuria maniobra que responde a una clara decisión política como es censurar, quien pareciera oficiar de Directora de Prensa del HCD, una tal Flor Naim , fue informada de la situación. Poco y nada pareció importarle a la funcionaria macrista lo denunciado en su cara. Quien controla el poder institucional del Concejo Deliberante es el macrismo, más precisamente, la presidenta del cuerpo Natalia Villa, fiel ladera de Jorge Macri.
No es ningún secreto que Villa, al igual que la mayoría de los concejales y concejalas del oficialismo, no comulga con el criterio de reivindicar el debate parlamentario. Más bien, lo limita, lo censura. Infinidades de notas en nuestros medios levantando voces opositoras así lo revelan. Por lo visto, y tal vez haciendo gala a su paupérrima formación neoliberal, Natalia Villa también considere que censurar a la prensa es parte de una extraña construcción política. Caso contrario, no se entiende como una simple empleada tome la decisión de tirar los diarios a la basura. Alguien le dio la orden de censurar.
Detrás de la medida del oficialismo, subyace una arista más de corrupción que el Concejo Deliberante, sometido a la mayoría automática del macrismo, deberá modificar si de verdad pretende jerarquizar dicho poder institucional.
No es el atropello, la censura a un medio o el daño comercial que atañe destruir el esfuerzo de mucho trabajo periodístico de toda la gente que hace que ambos medios estén en la calle. Tal vez, su fatiga y limitación política le impida reconocer que hay millones de personas que trabajan decentemente sin joderle la vida a nadie.
No es el caso comentar o recordar los padecimientos sufridos durante la dictadura militar en cuanto a persecución y temor que generaba ejercer el periodismo de manera libre e independiente. No hay punto de comparación, que quede en claro. Pero también debe quedar en claro que callar estos atropellos, nos convertiría en cómplices de una maniobradespreciable, desdeñable, y reñida con todo criterio de respeto y tolerancia.
Somos conscientes que el gobierno de Juntos por el Cambio ha hecho de la persecución a la prensa, que no le respondía sumisamente, un constante ejercicio de censura y persecución. Tanto que mando a detener a empresarios del sector. Además, más de 200 medios de todo el país debieron cerrar debido a la censura practicada por aquel gobierno nacional.
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