Cada vez más Soledad que Martínez
Una campaña que la milita en "soledad" y sin mencionar a Bullrich y Grindetti
Tras salir recargada de las PASO (54%), la intendenta Soledad Martínez, al igual que el resto de Juntos por el Cambio, debió digerir un trago amargo a nivel nacional y provincial. Las expectativas de consolidar una elección lo suficientemente voluminosa, en cuanto a votos se refiere, terminó sepultada por la irrupción de un “falso profeta”. De ahí en más, Juntos por el Cambio ingresó en una espiral de cruces internos.
Aún con Patricia Bullrich y Néstor Grindetti como candidato a gobernador, imponiéndose frente a Horacio Larreta y Santilli, la crisis interna que se venía manifestando dentro de la alianza cambiemista no hizo más que profundizarse. Tanto que la candidata a presidenta no termina de embocar un discurso basado en la sensatez y la tolerancia que sea superador de sus principales rivales. Su única preocupación es vencer al kirchnerismo. Ahí termina su “gran propuesta electoral”.
Frente a semejante vaguedad intelectual, radicales y no poca dirigencia del PRO comenzaron a desmarcarse. A profundizar la crisis. El más grosero de todos, y que no oculta empatía con el candidato del autoritarismo -Javier Milei, el que recula con chancletas-, fue Mauricio Macri. No es el único que parece dejar sola a Bullrich y, en cierta medida, a Grindetti. Muy a pesar de las fotos mostrándose unidos, tal cual sucediera días atrás cuando Bullrich, Larreta, Grindetti y Santilli subieron al “Patamóvil”, la falta de acompañamiento es notoria.
Sin ir muy lejos, la intendenta Soledad Martínez, distante ya de la sombra de Jorge Macri, ha logrado un resultado electoral más que interesante que le abre una ventana a una construcción política propia. Esto se nota claramente no sólo en los resultados de las PASO, también trasluce en los recientes afiches que cubren cada rincón de Vicente López. En ellos, la figura de la jefa comunal es la única que prevalece. Nada de Bullrich ni Grindetti, ninguneo absoluto.
Por lo visto, Soledad Martínez ha sacado el bastón de mariscal, cobrando vida propia, comenzando a construir su propio derrotero político montada, seguramente, en un triunfo electoral que la pertenece. Prescindir y ningunear a sus candidatos va en sintonía con la campaña de otros de sus pares cambiemistas. Sea porque es consciente de que éstos podrían actuar como salvavidas de plomo, o para dejar abierta la puerta a recibir votos que vayan más allá de su fuerza, lo cierto es que Martínez, en esta campaña, juega con Soledad. Se la juega sola.
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