Coronavirus: conspiración o globalización
De la pandemia española a la actualidad

Foto ilustrativas: cabina de desinfecció instaladas en hospitales
Columna de opinión
Por: Pablo Nogués.
Si bien las versiones conspirativas cruzadas sobre la aparición del coronavirus, como producto sintético de laboratorio son las más difundidas y de aceptación general por su facilidad de comprensión e identificación del enemigo, suelen ser las menos fiables.
Una explicación menos cinematográfica, pero más sostenible en los procesos históricos objetivos, nos llevaría a sostener que la aparición y sobre todo la velocidad de propagación del virus, y más allá de la contagiosidad intrínseca del mismo, debería hallarse en la perdurabilidad de las costumbres de la cultura milenaria china en cuanto a consumo de animales silvestres, pero ahora en un contexto de globalización capitalista acelerada del mundo y de la propia China.
Los mercados populares de animales silvestres siempre han existido en China, es más, este no es el período de mayor auge de los mismos, dado el largo trayecto de occidentalización de las conductas y costumbres de consumo que lleva la sociedad China, entre ellas la comida, estos mercados están en términos relativos desplazados y son secundarios, pero operativos en muchas ciudades y pueblos, y dado el tamaño del mercado chino representan un movimiento económico-cultural de dimensiones importantes
¿Cuál es la diferencia entonces?
Los antiguos saltos zoonóticos, de virus animales a los seres humanos, que generaron históricamente extensas epidemias en China, se producían en una China aislada del mundo, de poco desarrollo económico, una China campesina, de economía de subsistencia y cuyos habitantes tenían como horizonte de movilidad territorial más lejano un pueblo o región cercana.
El último salto, la gripe aviar todavía se dio en una China de principios del siglo XXI, la cual todavía representaba el 3% del PBI mundial, y tenía relaciones comerciales y humanas que las vehiculizaban equivalente a ese flujo en el comercio global.
El Covid19 en cambio, surge y se expande en una China que, años después de la gripe aviar, alcanzaba el 16% del PBI mundial, y que ya había creado una inmensa clase media turística de escala mundial y una clase empresarial de negocios globales, que inundaban el mundo con viajes, actividades e intercambios físicos con el resto del planeta.
Millones de humanos, vectores idóneos para expandir el virus con una velocidad inusitada, sumada a la propia característica de alta contagiosidad del nuevo virus y el vasto desarrollo de la aviación que conecta el mundo solo en horas, harían el resto del trabajo.
La gripe española tenía como vehículo para el transporte de sus huéspedes, el barco de principios del siglo XX, al cual le tomaba entre 12 y 14 días el trayecto entre continentes, aquella era una globalización lenta, aunque su resultado fue demoledor, todavía no sabemos a ciencia cierta cuál será el resultado de la actual pandemia, los antecedentes históricos no son nada halagüeños.