Peligra el periodismo independiente, peligra la verdad
A la censura practicada por Cambiemos, que sacó a cientos de medios de la calles, ahora, la pandemia promete lo suyo
Por. Tano Armaleo.- Si el dolor por cada uno de los fallecimientos resulta imposible compararlo frente a cualquier otra situación -de ahí la importancia que puso el gobierno de Alberto Fernández con el acompañamiento de todos los gobernadores y Horacio Rodríguez Larreta en cada una de las medidas adoptadas-, no menos cierto es la realidad por la que están atravesando, en el caso que nos involucra de manera directa, a no pocos medios de comunicación. A decir verdad, el sector venía de pasar cuatro años en que el cierre de diarios, emisoras, y páginas Web fue la constante. Aquello fue un plan orquestado desde las esferas oficiales que, a base de censurar a estructuras priorizando inversiones publicitarias en un puñado de medios hegemónicos y periodista a cambio de ser obsecuentes con el gobierno, terminó sacando de la cancha a más de 700 medios, muchos de ellos con varios trabajadores dentro. Ahora, el panorama es más desalentador. La cifra de cierre podría llegar al millar. Como es de imaginar, la Región Norte no escapará a la crisis.
Con estructuras más endebles para soportar la crisis, la denominada prensa local o regional está comenzado a sentir lo ponzoñoso que es convivir con el cierre en la nuca. Diarios como el centenario El debate de Zarate, acaba de cerrar y así podríamos seguir enumerando. Las radios no la pasa mejor, ni hablar de las Web. Portales de alto alcance como El Debate, con estructuras importantes, también son parte de aquellos medios independientes que pueden sucumbir.
Al lógico asfixiamiento que resulta ver la caída de pautas comerciales, los medios enfrentamos a los BANCOS, especialmente los privados. Recurrir a ellos para lograr créditos blandos y a tasas por debajo del 24% -que de por sí es una locura- , es misión imposible. No les interesa salvar a PyMes, comercios, muchos menos a medios de prensa que puedan competir o erguirse como la contracara de la prensa hegemónica. Muy por el contrario, en esa alianza no oficializada entre monopolios mediáticos con el sector financiero, el pacto es no prestar a quien pueda esmerilarles poder. Saben que ante semejante crisis, la pauta oficial que bien podría sostener a muchos medios independientes será un bien escaso, y la poca que surja, será codiciada por ellos. Extorsionan, aprietan y mienten desde sus titulares al solo efecto de disputar poder y quedarse con la inversión publicitaria oficial.Lo han hecho siempre
Si algo queda en claro que detrás de cada uno de los medios locales o regionales subyace una prensa independiente, que no es lo mismo que ser inocuo o no comprometido con la realidad. Vaya si lo han demostrado y lo está demostrado todos los medios y periodistas de la Región Norte en plena la lucha contra la pandemia. Esto se ve claramente evidenciado en la difusión de toda la información que cada municipio genera y solicita que llegue al vecino. Cada periodista, cada medio a su estilo y con absoluto criterio de independencia potencian y llegan a sitios en que no siempre la información oficial lo hace, o no termina siendo confiable lo que pretenden comunicar.
La preocupación de cierre masivo de medios de comunicación independientes no es sólo nacional. La amenaza cubre decenas de países. Y cuando la prensa queda en manos de pocos, pillos e inescrupulosos, ya se sabe cómo termina todo. Pierde el sentido común, pierde la verdad, pierde la democracia, pierde la política, pierde el ciudadano de a pie, pierde el país.
