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Jorge Macri y Posse disputan tierras bonaerenses


Interna caliente en Cambiemos

Por: Tano Armaleo.- En Cambiemos, ya nada es lo que era antes de la derrota electoral. Aun cuando Mauricio Macri intente tapar la caída electoral -y el desastre nacional en términos sociales y económicos- como si fuera un gran triunfo al solo efecto de sostener un falso relato y erigirse como líder del espacio opositor, lo cierto es que la interna es un camino que se potencia día a día. Interna que tiene un trípode conformado por el binomio Vidal-Larreta, por un lado, por otro, a un radicalismo diezmado y con dirigentes con ganas de rearmarse y diputar poder. Y un macrismo verticalista que pretende seguir operando con Mauricio Macri como el único y principal referente político. Dentro de este complejo andamiaje, la provincia de Buenos Aires parece convertirse en el escenario de la gran batalla intestina que librarán los cambiemista.

Por el lado del radicalismo, dirigentes como el gobernador Gerardo Morales, el ex de Mendoza, Carlos Cornejo, ambos hasta no hace mucho tiempos claros furgones del colectivo que conducía -sin registro por lo visto- Mauricio Macri, junto a Marcos Peña y Lilita Carrió, ahora dicen, de manera pública, que “las derrotas igualan”, lo que traducido significa barajar y dar de nuevo.

Así como Vidal intentará retener poder territorial de manera muy personal, no menos cierto es que Mauricio Macri instruyó a los suyos a dar batalla cuerpo a cuerpo en tierras provinciales. Dentro de esta saga, se ubica Jorge Macri como el gran escudero provincial del presidente. Por el radicalismo el panorama es mucho más complejo. Daniel Salvador, compañero de fórmula de Vidal -con los resultados electorales en manos-, volvió a ser objetado como presidente de la UCR provincial. El intendente de San Isidro Gustavo Posse se anota en la grilla de los que buscan renovar la anquilosada estructura de la UCR provincial; dice que va por ella.

El radical sanisidrenes no oculta su afán por encarar la “recuperación del radicalismo”. Si bien siempre le ha costado salir del distrito y ser un jugador en las grandes ligas provinciales, la realidad actual podría facilitarle la tarea. Dentro de la dispersión que padece la UCR y la dura disputa entre Macri y Vidal, quienes conocen en la intimidad a Gustavo Posse vislumbran que podría tener serias chance de ser un armador provincial que exceda el marco local. No pocos especulan que el hecho de tener una muy buena relación con Vidal, posibilitaría que Posse genere, y se encuentre, con alguna alquimia que le permite ampliar el horizonte político. Las especulaciones se basan en que el binomio Larreta-Vidal no oculta ,en el imaginario, recrear una nueva alianza con sectores radicales. Claro que hay un paso previo que es saber quiénes encabezaran la nueva etapa (recuperación) que asuma en el radicalismo. Por lo pronto, para los menesteres rosqueros, el sanisidrense instruyó al diputado Walter Carusso como una punta de lanza para abrir entrañas bonaerenses. Mientras tanto, Posse no deja de reivindicar los “excelentes lazos” que tiene con intendentes peronistas. Gabriel Katopodis (San Martín), Leo Nardini (Malvinas Argentinas) y Gustavo Menéndez (Merlo) son algunos de ellos.

Por el lado del macrismo, y siempre en tierras provinciales, Jorge Macri es quien más asoma en el firmamento. La foto entre los primos en la Quinta de Olivos, buscada a dos días de las elecciones del 27 de octubre, fue la claraseñal de que por ese lado se recostaría Mauricio Macri a la hora constituirse como el principal, y único, conductor del PRO y en lo posible, de Cambiemos. No buscó la foto con el intendente Néstor Grindetti (Lanús), hombre de confianza del grupo empresarial de los Macri (SOCMA) quien ganó notoriedad luego de aparecen el los denominados Papeles de Panamá; fuga de capitales.

Por lo visto, el presidente ve más pasta de armador y capacidad de articular intereses políticos en el jefe comunal de Vicente López que sobre otros macristas, también intendentes. De los cerca de 60 jefes comunales que le quedaron a Cambiemos, Vidal contaría con la mayoría; por ahora. El por ahora, tiene que ver a que del otro lado de la vereda, el Frente de Todos también juega la partida. Es la lógica de toda construcción política. Por lo pronto, Emilio Monzo, Daniel Lipovesky, Laura Lospenatto, por caso, son figuras que podría acompañar la nueva etapa que se avecina: la Argentina del respeto en la diversidad. En medio de estos tironeos, habría que observar cómo inclinan la balanza -si no es que hacen la plancha y arman un vecinalismo- intendentes como Diego Valenzuela (Tres de Febrero), Guillermo Montenegro (Mar del Plata) al igual que Jorge Garro (La Plata).

Volviendo a Jorge Macri. En el poroteo, anotaría cerca de 14 diputados provinciales para su molino y 10 senadores que jurarían fidelidad hacia Mauricio. Cifra nada despreciable como para disputarle territorialidad a Larreta-Vidal y en lo posible al Frente de Todos.

Ante el nuevo destino encomendado, no se descarta que Jorge Macri realice algunos cambios en el gabinete municipal. Esto lo podría aliviar parea poder caminar más ligeramente la provincia. Así como la electa concejal, la implacable Soledad Martínez quien Jorge Macri levanta como candidata para el 2023, comenzaría a tener un rol más relevante y público en el orden local, el diputado provincial César Torre-deja la banca diciembre- podría constituirse en una suerte de delfín político del jefe comunal. A modo de evitar rapideces con Martínez, y cuidar el distrito, Torres sería el tractorcito que el intendente de Vicente López utilizaría para comenzar a tejer en la provincia de Buenos Aires. De larga militancia política iniciada en el duhaldismo, César “Tuta” Torres sería la línea de avanzada a la hora de tejer acuerdos y acercar dirigentes al espacio que imaginan y sueñan con “Mauricio 2023”.

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