Frente al golpe cívico-militar: memoria,verdad y justicia
24 de marzo 1976-2018
Por: Tano Armaleo.- A 42 años del terrible golpe de Estado instrumentado por militares y civiles contra la democracia, simbolizada institucionalmente en el gobierno peronista de Isabel Perón, la necesidad de hacer justicia sigue vigente. El actual presidente de la nación Mauricio Macri, intentó por todos los medios, desarmar la clara política implementada desde 1983 hasta el 2015 en materia de Derechos Humanos. No por casualidad intentó dejar de lado al 24 de marzo comoDía Nacional de la Memoria por la Verdad y la Justicia. Pretendía subsumirlo -decreto 80/2017 -en el calendario como una fecha más. La rápida reacción de sectores opositores y de organismos nacionales e internacionales de Derechos Humanos hicieron que el presidente desistiera de la intentona. También hubo algunas críticas de sectores radicales que hoy son socios minoritarios de cambiemos.
A pesar de la embestida macrista, el terrible genocidio es recordado por una población, que mayoritariamente, sigue diciendo Nunca Más. Un logro que no tiene dueño, solo actores que mantienen la llama encendida; y nuevas generaciones que comprendieron que olvidar o minimizar lo que sucedió sería condenar a las futuras generaciones a no impedir y luchar para que los modelos dictatoriales se impongan. Se hizo cultura sobre Derechos Humano, y un sendero relevante marcaron las Madres de Plaza de Mayo.
El asesinato y terror de aquel golpe también llegó a la Zona Norte. Cientos de desaparecidos, miles de torturados y detenidos fueron la cara visible de un régimen que buscaba imponer el neoliberalismo. Demás esta decir que para esto contaron con la plena participación de civiles - el fallecido intendente de tigre Ricardo Ubieto, Jaime Smart, detenido, sin lugar a dudas los nombres más "destacados"-, y el apoyo incondicional de los EE.UU. Y por cierto, el silencio de una prensa cómplice y connivente. En aquellos días, tener miedo era una manera de preservarse frente al terror; muy distinto fue acompañar a la dictadura por intereses mezquinos.
Si bien Vicente López y San Isidro, desde lo institucional, no sobresalen a la hora de "hacer cultura" sobre la fecha, sí lo hacen San Fernando y Tigre con actos y exposiciones que destacan le necesidad de no perder la memoria. Donde mayor participación se observa, son en los Concejos Deliberantes. Como dato nada anecdótico, San Isidro aún tiene una calle que se llama Aramburu, en menoría del asesino de 56.
Sobre la nobleza humana que significa reivindicar la Memoria, la Verdad y sobre todo, Hacer Justicia, es importante destacar que, desde la llegada de Néstor Kirchner la política de Derechos Humanos se volvió una cuestión de Estado; iniciado por cierto, por Raúl Alfonsín y entorpecido por las presiones de sectores mediáticos que respondiendo a intereses sectoriales, lo llevaron a impulsar la denominada obediencia debida y punto final. Luego vinó Carlos Menem con la ley de indulto.
Ahora, el macrismo instala el negacionismo. Como si la triste realidad de aquellos años no alcanzara, ahora reflotaron los que cuestionan la cantidad de desaparecidos; son los que de algún modo minimizan el holocausto. Pero tal vez el 24 de marzo, y a diferencia de otros golpes, lo más característico fue el cuño de asesinos que tiñó a aquel Proceso de Reorganización Nacional. Miles y miles de desaparecidos, muertos y torturados enlutaron la Argentina. En definitiva, era la manera -tal vez la única- que los grandes sectores del poder económico, nacional e internacional, tenían para imponer un sistema que aún hoy procuran sostener: el capitalismo deshumanizado.Detrás de este golpe no podían faltar los EE.UU. ¡Una vez más en Latinoamérica!.