Algo huele mal en Vicente López
Falta de limpieza en las calles
Escribe: Matías Montoya.- Desde enero que vivo en Vicente López. Cerca de la clínica Olivos. Por suerte no me puedo quejar de la ubicación, ya que en todas las arterias tengo un colectivo, un tren o taxis que me puedan acercar a los sitios que tengo que ir. Sin embargo hay algo que me preocupa: la suciedad que hay.
En la manzana que rodea a la Escuela n° 8 Bernardo de Monteagudo siempre hay basura acumulada. No sólo porque algunos porteros sacan la basura a cualquier hora, sino que también hay comida en mal estado, cajas y desperdicios de animales. Todo esto sumado a gente que llegan en buscar comida, ropa o cualquier cosa que pueda ser sinónimo subsistencia suelen dejar su paso.
Saco a mi perro muy temprano. En estos tres meses no vi un barrendero, una bolsa de residuo con el membrete de la Municipalidad y la basura sigue allí.
Rubén, comerciante de la zona me comentaba que “esto viene desde hace años, creo que desde que está instalado el Metrobus que no se barre. Y lo peor de todo es que pagamos una barbaridad el ABL. Yo hago mi aporte, tirando en los cestos cada vez que mi perro hace sus necesidades, voy con mi bolsita”.
Esta actividad es cotidiana en el barrio. La gente sale con sus perros, ellos hacen lo suyo y la gente (no toda) recoge el desperdicio. A la hora de tirarlo no hay donde. Sólo hay un cesto de basura cada tres cuadra sólo en la avenida Maipú. Y cuando llegas a él, el cesto rebalsa de mugre.
Esta carta abierta es un mero reclamo para que se limpie los alrededores de la zona del colegio (y el resto del partido) y también para que haya más control en esta tarea.
Si el intendente Jorge Macri levanta la voz sobre la creación de espacios verdes, debería también levantar las voces respecto a este tipo de reclamos. No sólo por los chicos que van a la escuela, sino porque el día de mañana será aún más los desperdicios que habrán tirados en las calles de Vicente López.
Sobre esto Victoria, vecina de la zona, reclamó en varias oportunidades y no le han respondido: “vinieron un par de veces a limpiar las calles, la vereda corresponde a cada uno de los vecinos, pero si pagamos lo que pagamos por un servicio que no existe, esto debe ser escuchado”.
Los restaurantes hacen su parte: desde hace dos semanas hay un cajón con verduras es estado de putrefacción. Recién hoy (por ayer) habían levantado el cajón, pero no las frutas.
Para Macri, el Partido nace y muere en Olivos. Después de la Quinta Presidencial, los vecinos viven y vivimos en estado de gracia. Ojalá se pueda ver más trabajos de limpieza en las calles y en las veredas, para el bien de los vecinos y para que las boletas que se abonan no sean en vano.