Comienzo de año con angustia: más tarifazos

Transporte, servicios y naftas

Por: Tano Armaleo.- Comienzo de año angustioso y negro para millones de argentinos, es la descripción que surge luego de conocerse que el gobierno nacional autorizara una batería de tarifazos para el transcurso del año. Paralelamente, suprime retenciones en productos agropecuarios (por caso soja), lo que permitirá que grandes empresarios (no más de cinco) exportadores continúen sumando ganacias superlativas. Por este beneficio, el gobierno dejará de percibir cerca 20.000 millones de dólares.

En cuanto a los tarifazos, esos que sacuden el bolsillo del ciudadano de a pie, el más significativo es el del transporte. El bolete de colectivo aumenta un 33% en enero, previéndose que cierre el 2018 con un 60% de incremento. Lo propio sucederá con SUBTES y trenes. Por otra parte, las naftas también sufrirán su aumento; 5%.

Además de los mencionados rubros, la medicina prepara también tiene autorizado su aumento para el primer semestre, cerca del 10%. Más delicado es el tarifazo previsto para los servicio de gas, luz y agua. A los ya autorizados, el macrismo les otorgara un cuadro tarifario cercano al 40%, muy por arriba de la inflación prevista oficialmente: 15%. Lo que revela que los números anticipados por los ministros no se compadecen con la realidad.

Ante semejante combo, sectores de la producción y el comercio han salido a reclamar que el macrismo reconsidere y modifique muchas de las pautas económicas; importaciones, baja de impuesto para grandes industrias, impuesto inmobiliario e ingresos brutos de Vidal, por mencionar algunos ítems. No muy distinto argumentan algunos sindicalistas.

En cuanto a salarios, el modelo neoliberal impuesto por el macrismo cierra, tal cual surge del presupuesto oficial, con salarios bajos. Al igual que en otros países, la baja de salarios es la excusa para convertir a ciertas economía en competitivas. La realidad echa por tierra dicha premisa: México, Perú, Chile son claro ejemplo de aquel fracaso.

Un capitulo no menos complejo se presenta, para la industria y el comercio, la disparada del dólar.